Alba Carrillo, esa rubia con medidas de infarto, rostro angelical y sonrisa casi permanente. Es dulce cuando está de buenas, pero tiene su carácter, ella no lo niega, y aunque normalmente atiende a quien le pregunta con toda la educación del mundo, no hay más que tirarle un poquito de la lengua para conocer a la Alba más mordaz.

Hay que conocer sus circunstancias para entender alguna de las frases más célebres de la modelo. Se casó el 17 de julio de 2015 con Feliciano López, ahora sabemos que las cosas no iban muy bien, pero entonces parecían una pareja idílica. Menos de 11 meses después anunciaba su divorcio y en la vorágine que ocasionó la noticia, no dudó en tirar todo tipo de piedras sobre el tejado de su ex:

“A mí me da igual lo que haga inFeliciano”

“Maldigo haberle conocido”

“Él tiene un estilo de vida y no va a cambiar… le gusta mucho el mambo”

“Nadie estaba debajo de mi cama para saber lo que pasaba. Igual encima sí”

“Duele verle con otra a las 5 de la mañana y más cuando a mí no me sacas ni a cenar porque tienes que entrenar”

“Es una persona que he tenido la desgracia de encontrarme, no ha tenido nada bueno”

“No soy yo la que tiene doble cara, él es un profesional, no solo del tenis”

En este punto, ella ya había tomado y comunicado la decisión de estar callada, pero a veces la impulsividad le puede y las circunstancias le hicieron estar más creativa que nunca:

“En Laponia casi me confunden con un reno, por los cuernos”

“Estoy haciendo un casting, tengo que volver la semana que viene porque igual me cogen de Rudolf, reno mayor”

“Hay que recordar que yo vengo de Fonsi. En peores plazas he toreado, no soy Sor María ni vengo del convento al photocall”

“Hay poco pollo para tanto pan”

No tiene pudor cuando se trata de hablar de sus ex, eso está claro, pero además no se exime de culpas a sí misma:

“Está claro que, entre dos opciones, siempre elijo la pocha”

“Dicen que soy una cazafamosos pero son ellos los que me conquistan a mi”

Y cuando se trata de decirles a los demás lo que piensa, tampoco se muerde la lengua, a Olvido Hormigos, cuando explicaba su situación con su marido, le espetaba muy enfadada:

“Estas vendiendo un padre y una madre ideal que no se miran ni a los ojos y luego te pones a follar entre dos coches”.