Muchas veces, cuando me pongo a cocinar, me da por llorar. No es porque esté triste (bueno, no siempre), ¡es porque muchas recetas empiezan cortando cebolla! Seguro que alguna vez has leído que las cebollas hacen llorar porque liberan sustancias químicas con azufre que irritan los ojos, pero hay otra explicación, mucho más romántica.
Cuenta la leyenda que, hace muchos, muchos años, existió un huerto maravilloso donde crecían toda clase de verduras, hortalizas y árboles frutales. Un día, comenzaron a crecer unas preciosas cebollas de colores. Cada una tenía un color distinto: amarillo, rojo, naranja, azul, morado... todos deslumbrantes y asombrosos.
Investigaron a qué se debían esos colores y descubrireron que cada cebolla escondía en su corazón SIGUE LEYENDO
|