Los sérums son más ricos en principios activos que las cremas y por su textura fluida penetran en mayor profundidad en la piel, mejorando su aspecto en pocos días. Su uso aumenta la eficacia de la crema que te aplicas a continuación. En general, se recomiendan a partir de los 40 años.

Cómo aplicarlo

Es lo primero que debe tocar tu piel después de la limpieza diaria. Aplícalo, espera unos dos minutos para que se absorba bien, y después aplica tu crema habitual. Si lo haces antes que la crema, sus activos penetrarán mejor en la piel porque no habrá ninguna 'barrera' que les impida el paso. Y usa poca cantidad; unas pocas gotas son suficientes porque son fórmulas concentradas. Si te excedes, aprovéchalo para el cuello, escote y manos. Hay que ser constante y aplicarlo cada día, por la mañana y por la noche. Si solo lo haces una vez, mejor por la noche porque es cuando sus activos se absorben mejor.

Tipos de sérum

Hay distintos de tipos de sérums y, por eso, conviene saber cuál necesitas y cuál complementa mejor la crema que usas. Iluminadores, antiarrugas, calmantes, reafirmantes...Elige el mejor para ti.

Calmante. Para pieles sensibles, intolerantes y reactivas. Reducen la irritación y las rojeces, alivian la tirantez. Contienen extractos botánicos (áloe vera, caléndula, castaño de Indias, mimosa) y algunos activos puros como el agua termal, el bisabolol y las ceramidas.
Tensor. Alisan la piel y dfuminan las pequeñas arrugas. Contienen proteínas de gran tamaño (de trigo, soja o arroz) que se fijan sobre la capa superficial de la piel y la estiran varias horas. Actúan de manera similar a las ampollas flash.
Antiedad. Hidratan, nutren y reafirman la piel. Sus fórmulas, ligeras y de fácil absorción. Tienen activos de gran calidad (vitaminas, minerales, péptidos, aceites vegetales…).
Energizante. Para las pieles cansadas y desvitalizadas. Activan la microcirculación y dejan la piel resplandeciente. Es mejor usarlos por las mañanas. Son ricos en vitamina C, cafeína y extractos de plantas (ginseng, té).
Antimanchas. Complementan a las cremas despigmentantes. Contienen derivados de vitamina C, extractos vegetales, una pequeña proporción de exfoliantes (ácidos salicílico y láctico) y micropartículas nacaradas que dan más luminosidad a la piel.

Combínalo bien

El sérum y la crema se complementan. No tienen por qué tener la misma acción. Puedes combinar un sérum hidratante y una crema antiarrugas, un sérum antimanchas y una crema reafirmante si tu piel es madura, un sérum calmante y una crema antiarrugas o un sérum reafirmante y una crema hidratante.