A veces nos embarga una profunda tristeza y otras estamos iracundas; o nos duele el abdomen, la cabeza, la espalda... o incluso todo a la vez. Es el llamado síndrome premenstrual (SPM) un trastorno que sufren cerca de la mitad de las mujeres españolas en edad fértil.

¿Por qué ocurre?

Los cambios hormonales que supone el ciclo menstrual tienen buena parte de la culpa aunque, en realidad, no se ha encontrado una causa específica para el SPM (de hecho, los cambios hormonales se dan en todas las mujeres y muchas ni se enteran de ellos). Sí que los científicos apuntan también a la influencia de otros dos factores:

Ansiedad: el estrés y la inestabilidad emocional suelen agravar los síntomas.

La seratonina: este neurotransmisor, del que depende en buena medida que nos sintamos relajadas y en un estado de bienestar, presenta niveles más bajos en aquellas mujeres que sufren SPM muy agudos. Aumentando el consumo de frutas y verduras, así como de cereales, el organismo obtiene triptófano, gracias al que puede producir más serotonina.

¿Puedes librarte de él?

Quizá no del todo, pero sí puedes lograr que sea mucho más llevadero. El ginecólogo es un buen aliado para lograrlo, pues estudiará contigo las mejores opciones en tu caso. Algunas de ellas son las siguientes:

Ejercicios de relajación: prueba, por ejemplo, a tumbarte boca arriba con las piernas flexionadas sobre el pecho, mientras te agarras los tobillos con las manos. A la vez, respira llevando el aire lentamente al abdomen. Notarás cómo se relaja tu musculatura.

Algunas infusiones: la de artemisa puede ayudarte porque influye positivamente en el equilibrio hormonal y tonifica el sistema nervioso. Se recomiendan tres tazas de su infusión cada día, preparada con una cucharada pequeña de la planta.

Fármacos: cuando las molestias son muy intensas, pueden ser necesario tomar ibuprofeno para combatir el dolor y la hinchazón. También pueden recetarte anticonceptivos orales, por su contribución a regular los niveles hormonales.