Cuello y escote pueden envejecer más rápidamente que otras zonas del cuerpo por varias causas. Por una parte, en esas áreas la piel es más fina y tiene menos glándulas sebáceas y melanina que la protejan de las agresiones externas. Por otra parte, el músculo del cuello (que ayuda a su vez a mantener la firmeza del pecho junto con los músculos laterales) es más propenso a sufrir los efectos de la gravedad y a descolgarse con el paso del tiempo. La buena noticia es que un poco de atención y algo de constancia bastan para notar una gran mejoría en su aspecto.

Soluciones eficaces

A partir de los 45 años, o antes si no le has dedicado demasiados mimos a estas zonas…

  • Aplica un producto intensivo para el cuello y el escote para mejorar su piel, estimular la renovación celular, aclarar las manchas y evitar la acumulación de grasa entre las arrugas.
  • Los mejores tratamientos contienen activos hidratantes (como ácido hialurónico y aminoácidos), nutritivos (como los aceites de girasol y germen de trigo), proteínas tensoras (de trigo, colágeno o elastina), reafirmantes (retinol y silicio), despigmentantes (regaliz y manzanilla, entre otros) y sustancias que reducen las sobrecargas adiposas como la cafeína y el extracto de té, que resultan idóneas para combatir el doble mentón.

Gestos básicos que ayudan

Además de evitar la pérdida de peso brusca, toma nota de estos consejos.

  • Si tienes rojeces y picor en la zona del cuello, evita las prendas de lana y los tejidos sintéticos. Usa productos destinados a pieles sensibles sin alcohol ni perfumes o colorantes.
  • Para tonificar los músculos del cuello, repite al menos 10 veces seguidas tras la ducha la letra 'X' forzando la postura hasta sentir una cierta tirantez. Haz el mismo ejercicio con las letras 'O' y 'U'.
  • Durmiendo, evita las almohadas altas para que no se marquen las arrugas horizontales en el cuello. Y recuerda no abusar de los baños UVA.
  • Si tomas el sol, usa una crema de protección solar superior a 30 para estas zonas tan delicadas.