Abusar de algunos de ellos puede causar efecto rebote

¿Te duele la cabeza más de 15 días al mes? Si sueles aliviarlo con fármacos (no concibes, por ejemplo, salir de casa sin meterlos en el bolso) es posible que padezcas lo que se conoce como 'cefaleas de rebote', que se deben al abuso de medicamentos.
El consumo de analgésicos en España ha aumentado en los últimos 20 años y es abusivo. Tomar muchos hace que necesites más dosis para lograr el mismo efecto que cuando empezaste a tomarlos.
Cada medicamento tiene una dosis máxima diaria recomendada pero según la 'International Headache Society' se considera que hay un abuso que puede provocar cefalea de rebote si durante los últimos tres meses se ha tomado 10 días o más fármacos (ergotamina, triptanes, opioides o combinaciones de ellos). También si se ha recurrido 15 veces o más en los últimos tres meses a analgésicos simples como paracetamol, ibuprofeno, ácido acetilsalicílico...
Ojo también con la medicación para prevenir las cefaleas. En estos casos, los médicos son también cada vez más cautos porque se sabe que seguir una pauta inadecuada o tomar el mismo fármaco durante más de 6 meses seguidos puede provocar un dolor de cabeza 'resistente' y continuo.

Revisa el prospecto y habla con tu médico

Quizá tomas un fármaco para tratar alguna alteración (y te funciona para ese efecto) pero te has dado cuenta de que poco después de tomarlo sufres cefaleas. En estos casos, basta hablar con el médico y ajustar el medicamento –o cambiarlo– para que desaparezca el dolor. Ocurre con los fármacos que contienen cafeína, con los descongestivos nasales... pero no son los únicos:
Contra la artrosis. Se usan fármacos antiinflamatorios no esteroideos (denominados AINE's) y uno de ellos, a base de un principio activo llamado indometacina (usado también para algunos tipos de cefaleas), puede provocar dolor de cabeza.
Antidepresivos. Algunos de acción rápida, como los antagonistas de los receptores de la serotonina, también cuentan con el dolor de cabeza en su lista de efectos indeseados.
Para bajar la presión arterial. En el caso de usar vasodilatadores con este fin, la mejora inicial va seguida de una cefalea de efecto secundario que acostumbra a desparecer cuando se retira el fármaco. Ocurre lo mismo con algunos medicamentos para las arritmias cardiacas o con los que previenen la angina de pecho. La nifedipina es el nombre genérico de uno de estos fármacos que puede originar molestias en las estructuras craneales. Es posible que también notes calambres musculares, mareos y náuseas, tos y latidos rápidos.
Usados para controlar las piernas inquietas y el hormigueo que produce el trastorno, los ergóticos pueden provocar también cefaleas. Es el mismo fármaco que en ocasiones se utiliza para inducir un parto.
Anticonceptivos orales. El estrógeno de estas píldoras aumenta la intensidad y frecuencia de las crisis migrañosas en la mujer, según la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria.