A cada problema, su solución

Con unos cuidados básicos, tus pies se verán impecables.

Sin sequedad ni durezas. Se nota sobre todo en los talones (más blancos y gruesos por la acumulación de células muertas). Hidrátalos con crema para pies (mejor de noche, para que la crema no active la sudoración).

Fuera sudor excesivo y mal olor. Afecta a 1 de cada 4 personas. Para combatirlo, lava los pies a diario y usa un antitranspirante: disminuye la secreción de sudor y contiene antisépticos que destruyen las bacterias que lo descomponen. Ponlo también en el interior de los zapatos.

Prevén las ampollas. Se forman por la fricción y la presión con la superficie dura de los zapatos. Para prevenirlas, protege antes las posibles zonas de roce con un apósito. Si ya se han formado, cúbrelas con apósitos (uno diario) hasta que se sequen por sí mismas. No las revientes porque se pueden infectar.

Hongos, ¡a raya! Si tienes tendencia a padecerlos, lava los pies a diario con un jabón antiséptico y sécalos muy bien, especialmente entre los dedos. Para evitar los contagios, no compartas la toalla y ponte siempre las sandalias de baño en los lugares públicos. Si han afectado a las uñas, hay que usar un producto específico durante al menos 4 semanas.

Masaje relajante

Si al final del día notas los pies hinchados y cansados, hazte un automasaje para aliviarlos.

  • En la parte superior: coloca los pulgares sobre el empeine y los otros dedos sujetando la base. Recorre suavemente con los pulgares el espacio entre los huesos de los dedos hasta el tobillo.
  • En la planta: coloca los pulgares bajo los dedos y masajea en movimientos circulares hacia el talón. En el arco haz más presión con los pulgares para destensar. Finaliza estirando y masajeando los dedos uno a uno.

Una vez a la semana, spa-pedicura en casa

1. Retira el esmalte y lima las uñas
Haz el limado en la misma dirección, hasta que el largo sobrepase unos milímetros de la yema de los dedos. Redondea los bordes de la uña para que no se claven y se formen uñeros.
2. Ablanda la piel y retira las cutículas
Pon los pies en agua tibia con jabón neutro o sales de baño durante al menos 5 min. Saca un pie del agua, empuja hacia atrás las cutículas con el palito de naranjo y córtalas si es necesario. Repite con el otro pie.
3. Exfolia y suaviza los talones
Usa piedra pómez o la lima para pies. Insiste en el borde de los talones y bajo los dedos. Aclara los pies con agua fresca y aplica una capa gruesa de crema hidratante para pies.
4. Pinta las uñas
Pásales antes un algodón con quitaesmaltes. Aplica la base protectora y la primera capa de esmalte con 3 pinceladas (una en el centro y otra a cada lado). Déjala secar 5 min y aplica la segunda capa y el brillo.