¿Piel sensible? Mímala como necesita

Si tu piel tiende a irritarse con facilidad, debes darle cuidados especiales. No solo para que esté más bonita sino, sobre todo, para que no genere problemas adicionales

¿Piel sensible? Mímala como necesita

Las molestias que sufren las pieles sensibles suelen ser leves y pasajeras: picor, rojeces, granitos, tirantez, descamación, capilares rotos, poca tolerancia a los cambios climáticos... De todos modos, la incomodidad puede ser mucha si no se cuidan convenientemente.

Minimizar los síntomas

Hay una rutina que te ayuda a lograrlo:

La limpieza más inocua. Cada mañana y cada noche, limpia bien tu rostro y tu cuello. Debes hacerlo realizando movimientos muy suaves y evita frotar o, de lo contrario, puedes provocar más enrojecimiento. Los desmaquillantes que pueden retirarse sin utilizar agua, como las cremas o las leches, son los más apropiados. Si te decantas por los que sí deben aclararse, empléalos específicos para pieles sensibles. El tónico debe ser sin alcohol aunque lo mejor sería, incluso, reemplazarlo por agua termal, de propiedades descongestionantes.

Una hidratación calmante. Tras la higiene, utiliza una hidratante protectora y calmante. Y, antes de acostarte, aplícate una emulsión nutritiva.

La mascarilla que alivia. Utilízala una o dos veces por semana y también aquellos días que notes una mayor tirantez o sequedad. Pero no te exfolies antes sistemáticamente. En el caso de las pieles sensibles, la exfoliación debe limitarse a una o dos veces al mes. Y hay que emplear una crema exfoliante a base de enzimas (bromelaína, papaína), que son las más suaves.

No al agua muy caliente. En cuanto al resto del cuerpo, ni las duchas ni los baños muy calientes te convienen. Tampoco la sauna. Todo ello debilita el manto hidrolipídico que protege la piel. Por otro lado, en lugar de utilizar el gel de baño común, busca fórmulas suaves (sin sulfatos) o utiliza aceite de ducha. Para aplicarlo usa o la mano o una esponja natural. Después, seca la piel sin frotar, mediante ligeros toquecitos con la toalla, y utiliza una loción corporal. Evita siempre los productos con 'efecto calor' y los que llevan hidroxiácidos, como los 'peelings' químicos.

Los cosméticos, sin conservantes. También debes ser muy cuidadosa a la hora de escoger los cosméticos. Utiliza solo los que no incorporen conservantes, colorantes ni perfumes. Deben ser, en cambio, hipoalergénicos y no comedogénicos (no obstruyen los poros). Son mejores las fórmulas con pocos ingredientes porque así el riesgo de que alguno de ellos irrite la piel es menor. En general, el áloe, la avena, el regaliz y la caléndula ayudan a calmar y desensibilizar las pieles más sensibles.

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