Son muchos y comprobados los beneficios de la meditación: desde mejorar la agilidad mental, como demostró la Universidad de Kentucky (EE.UU), hasta reducir el riesgo de infarto en personas con problemas de estrechamiento de las arterias, según el Colegio Médico de Winsconsin (EE.UU.). Desde el punto de vista psicológico, es una útil herramienta para tomar conciencia de cuanto nos ocurre en cada momento para evitar así vivirlo de forma automática, sin saborearlo. Por tanto, nos ayuda a sentirnos más felices y satisfechos. Te proponemos que practiques en casa estas sencillas 'micromeditaciones'.

1. Una ducha cargada de agradecimiento

Abre el grifo, y concéntrate en lo que sientes cuando notas el agua sobre tu piel. Cierra los ojos, inspira el aroma del champú y el gel que utilices, date un masaje... Cuando te das una ducha 'plena', ganas conciencia de lo afortunada que eres por tener agua caliente, unos cosméticos geniales, tiempo (aunque sean 10 minutos) para mimar tu cuerpo... Puedes llevar a cabo cualquiera de tus rutinas diarias con la misma voluntad de tomar conciencia plena de ella.

2. Desconexión antiansiedad

A lo largo de la jornada pasas por distintos momentos de transición: cuando vas de casa hasta tu trabajo o al revés; cuando te diriges a recoger a los niños al colegio... Aprovecha ese tiempo para desconectar, para dejar atrás la ansiedad y las preocupaciones que se generan en el lugar del que sales, llevando tu atención al 'ahora' para poder, por ejemplo, ir a buscar a tus hijos con mucha tranquilidad, lo que te permitirá disfrutar más y mejor de ellos. Desconectas de una actividad y te preparas para la otra pero con positividad, no se trata de agobiarte anticipándote a lo que luego puede suceder.

3. Una buena herramienta para dormir mejor

Cuando ya hayas incorporado la micromeditación matinal (con la ducha consciente) a tu rutina, te será fácil hacer un ejercicio parecido justo antes de ponerte a dormir. Durante tres minutos, concéntrate en el ritmo pausado de tu respiración, en el contacto con las sábanas, en lo cómoda que estás en tu cama... Da las gracias por disponer de un lugar tan cómodo para poder descansar. Y haz balance de todo lo positivo que te ha brindado la jornada. Descansa saboreándolo, y aleja de ti cualquier pensamiento de reproche por lo vivido.