Más joven gracias a las mascarillas faciales

La limpieza y la hidratación diarias del rostro están muy interiorizadas pero la mascarilla... son pocas las mujeres que la utilizan semanalmente. Sin embargo, hacerlo resta años al rostro

Más joven gracias a las mascarillas faciales

Las hay de distintos tipos. Escoge una u otra en función de tus necesidades.

Calmante. La ideal para los rostros más sensibles y reactivos. Las rojeces, la irritación, los eritemas solares... se alivian de inmediato.

Iluminadoras. Si tu rostro lleva un tiempo con un aspecto cansado y apagado, apuesta por este tipo de mascarillas. Progresivamente el tono se revitalizará. La piel se verá más tersa y resplandeciente.

Absorbente o desincrustante. Si tienes tendencia al acné porque tu piel es grasa, utilizar esta mascarilla por lo menos semanalmente mejorará mucho tu aspecto.

Hidratante. Logra restablecer los niveles de agua de la epidermis. Si tu piel es muy seca y madura, es mejor que la escojas en textura densa y cremosa. Si tienes menos de 40 años, decántate por texturas más ligeras.

Reafirmante. A partir de los 35-40 años todas deberíamos utilizar una mascarilla reafirmante con cierta periodicidad, porque es justo cuando la flacidez es incipiente y podemos aún frenar su progresión. Este tipo de mascarilla favorece la formación de colágeno y elastina, las proteínas de sostén del rostro. Algunas incluyen activos tensores que mantienen la piel 'estirada' durante horas.

Su paso a paso

La mascarilla debe aplicarse una vez por semana de forma rutinaria (incluso dos si la piel está especialmente castigada). Debe evitarse sobre heridas o en caso de irritación cutánea y si, tras su aplicación, notas escozor, retírala de inmediato.

  • Antes de aplicarla, limpia bien la piel con una leche limpiadora o un desmaquillante con agua. Si notas el cutis muy rugoso, exfólialo. Con todo ello lograrás que los principios activos de la mascarilla penetren mejor. Si no tienes la piel sensible, abre sus poros con un baño de vapor.
  • Aplica una cantidad considerable de mascarilla por todo el rostro exceptuando el contorno de ojos. También debes repartirla por el cuello y el escote. El tiempo de exposición medio son 20 minutos, aunque puede variar según la fórmula. Consulta el prospecto.
  • Si mientras esperas mantienes las piernas elevadas y respiras hondo, favorecerás la oxigenación de la piel y también aprovecharás más los nutrientes de la mascarilla.
  • Tras aclararla con agua tibia abundante, seca la cara con suaves presiones de la toalla. Para acabar, pulveriza el rostro con agua termal o pásale un algodón empapado en tónico facial y aplícate un sérum o una crema hidratante.

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