Los riesgos reales de saltarte el desayuno

Lo dicen los expertos: es la comida más importante del día. Tanto es así que no desayunar a menudo puede, no solo engordar, sino también hacerte enfermar

Los riesgos reales de saltarse el desayuno

El resto de tu alimentación no será equilibrada

En realidad, no es que uno enferme solo por no desayunar. Pero sí existe cierta asociación. Está demostrado que quienes se lo saltan suelen tener patrones alimenticios poco saludables el resto del día. Y eso sí enferma.

Cualquier intento de adelgazar se ve boicoteado

Cuando no se desayuna, el cuerpo se 'queja' engordando. ¿Por qué? Ante la falta de alimento, la glucosa cae y por eso luego apetece algo dulce. Si  lo tomas, vuelve a subir para caer otra vez enseguida. Un círculo vicioso que engorda. Según el Imperial College de Londres, quien no desayuna ingiere un 20% más de calorías en el almuerzo.

Crece la tendencia a engordar…

Si el organismo se acostumbra a no recibir calorías a primera hora, empieza a quemar de forma mucho más lenta las que va recibiendo luego. Lo hace como mecanismo de defensa para no quedarse sin ellas. Por eso, lo mejor es repartir bien el aporte calórico durante el día. El desayuno debe aportar entre 300 y 400 kcal (del 20 al 25% del total).

...porque se suman más calorías

Y es que no todas las que tomamos nos 'pesan' por igual. Cada vez que comemos, gastamos en ese acto un 10% del valor calórico ingerido. Así, las calorías consumidas de una sola vez, por ejemplo en la comida, suman más que las mismas repartidas entre desayuno y comida.

Ir al baño puede convertirse en una dura tarea

El desayuno contribuye a evitar el estreñimiento, sobre todo si incluye cereales integrales y fruta con piel. El reflejo fisiológico que promueve la deposición es más intenso tras el desayuno. Si no se desayuna, se desaprovecha ese reflejo y se propicia el estreñimiento.

La posibilidad de diabetes aumenta

La insulina es la hormona que lleva el azúcar de la sangre a las células. El organismo produce más por las mañanas. Si no desayunas, puede que tomes más azúcares después: los metabolizarás peor y se acumularán más en tu sangre. Pero de nuevo, solo hay una asociación, no relación causa-efecto.

Puede costar algo más controlar la tensión arterial

No se ha demostrado que no desayunar suba la presión arterial. Pero sí que unos correctos niveles de calcio ayudan a controlarla.Como un desayuno equilibrado supone un buen aporte de este mineral (pues incluye un yogur u otro lácteo desnatado), saltárselo no favorece a nuestra tensión. 

Estarás más cansada durante toda la mañana...

A medida que aumentan las horas de ayuno, las reservas de glucógeno (el azúcar) del organismo se van agotando. Puesto que no las repones, el mensaje que te envía entonces el cerebro es que ahorres energía y lo hace haciéndote sentir fatiga como forma de defensa.

...y la capacidad de concentración cae en picado

Si a una persona que lleva muchas horas de ayuno se le hace un test de agilidad mental, puede medirse claramente que sus capacidades en este terreno han menguado.   Es que la célula que jamás  deja de necesitar glucosa (y en mayor cantidad) para funcionar es la neurona.

En cambio, crece el mal humor

Ante la falta de glucosa que provoca saltarse el desayuno, el organismo segrega dos hormonas: la adrenalina y la noradrenalina. Entre sus funciones está activar mecanismos de defensa contra la agresión: nerviosismo, agresividad, palpitaciones... Lo que hace que nuestra respuesta ante el entorno sea crispada.

El que mejor se adapta a tu estado de salud

Cereales integrales, lácteos desnatados, fruta y proteínas son los componentes básicos de un desayuno saludable pero: ¿cuáles escoger? ¿Y cómo combinarlos? Puedes guiarte por tus gustos pero ten en cuenta que...:   

  • Si te cuesta ir al baño. Incluir fibra es esencial, pues ayuda al vaciado intestinal. Toma pan de centeno o agrega salvado de avena a un yogur. Entre las frutas, escoge ciruelas, kiwis...
  • Si tu colesterol es alto. El pan de linaza (por su omega 3) puede ayudarte a controlarlo. Si tomas lácteos, que sean desnatados.
  • Si padeces diabetes. No tomes más de una fruta en el desayuno (ni en ninguna comida) pero nunca te lo saltes: ayuda a estabilizar tu glucosa.
  • Si tienes osteoporosis. Los lácteos desnatados conservan el calcio pero no la vitamina D necesaria para fijarlo a los huesos. Búscalos enriquecidos con ella.

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