La piel puede presentar diferentes irregularidades en cuanto a textura y pigmentación. Las verrugas se deben casi siempre a una infección provocada por alguna de las múltiples cepas del virus del papiloma humano, que hacer crecer en exceso ciertas células epiteliales. Para que se produzca el contagio debe existir una herida por donde pueda introducirse el virus, salvo las genitales, que se adquieren por contacto sexual. Uno mismo puede también extender sus propias verrugas a otras zonas a través de las manos. Algunas personas tienen predisposición, pero los periodos de bajas defensas propician el contagio. Según el tipo, se suelen localizar en zonas concretas del cuerpo:

  • Vulgares. Son redondeadas y aparecen en manos, alrededor de las uñas y cuello.
  • Planas. Pican y son pequeñas. Surgen en el rostro, dorso de las manos y rodillas.
  • Plantares. Aparecen en puntos de apoyo del pie. A veces se observa un punto negro en el centro que es un pequeño vaso sanguíneo.
  • Genitales. Se las denomina condilomas o verrugas venéreas y aparecen en la superficie de la piel o en las mucosas de los genitales.

Las plantas más útiles

Si aparece una verruga en la piel lo más aconsejable es acudir a un especialista para que la explore y diagnostique. No hay que intentar quitarla, pues podría extenderse o producir lesiones más graves. Una vez clasificada, se puede intentar eliminar con terapias naturales. La fitoterapia aporta remedios tópicos muy eficaces. Junto con un tratamiento homeopático de fondo se puede llegar a eliminar la mayoría de verrugas sin recurrir a fármacos agresivos. Todos los remedios a base de plantas son un reto a la constancia, ya que deben repetirse a diario y por un tiempo prolongado para obtener resultados. Entre las plantas más eficaces se encuentran:
Celidonia mayor. Los alcaloides del látex de esta planta (Chelidonium majus) inhiben la multiplicación celular y poseen propiedades antivíricas. Resulta muy útil para eliminar las verrugas vulgares. Hay que evitar impregnar la piel de alrededor, pues es muy corrosiva. Suele bastar con tres aplicaciones diarias durante dos o
tres semanas.
Caléndula. Las flores de esta planta (Calendula officinalis) contienen flavonoides, saponinas, resinas, aceites esenciales y ácido salicílico. Su jugo fresco ablanda los callos y trata las verrugas víricas.
Higuera. Aplicado tópicamente, el látex blanco de la higuera (Ficus carica) tiene un efecto antivírico que ayuda a eliminar las verrugas. También resulta efectivo colocar una hoja machacada y caliente a modo de cataplasma.
Podófilo. La resina de su raíz (Podophyllum peltatum) elimina las verrugas al impedir la división celular.
Verrucaria. Las hojas (Heliotropium europaeum) se emplean desde hace siglos, pero su acción es lenta. Se aplica su decocción, con una compresa, sobre la verruga.

El poder de los aceites esenciales

Algunos aceites esenciales como el del árbol del té o el de orégano actúan como potentes antisépticos naturales que resultan de gran ayuda frente a las verrugas. Se mezcla una gota de aceite esencial puro con un poco de bicarbonato hasta formar una pasta espesa. A continuación se aplica sobre las verrugas con un bastoncillo o un trocito de algodón. Se cubre con un vendaje y se deja actuar 20 minutos. Esta cura se debe repetir dos veces al día hasta que desaparezcan.

Cuatro ayudas complementarias

1. Ajo
Su consumo aumenta las defensas y ejerce una acción antibiótica natural. Unas rodajitas de ajo a modo de cataplasma sobre la verruga ayudan a acabar con esta en pocos días.
2. Aloe vera
El gel aplicado sobre lesiones cutáneas tiene un doble efecto antiséptico y regenerador. Por vía interna, su jugo activa los linfocitos y ayuda a combatir virus, bacterias y hongos.
3. Betacarotenos y cinc
Estos nutrientes refuerzan la inmunidad, ejercen una acción antiviral y ayudan al cuidado de las células epiteliales. De 15 a 30 mg de betacarotenos y de 30 a 50 mg de cinc al día.
4. Thuya
Este remedio homeopático se prescribe para cualquier lesión verrugosa. Se toma tres gránulos diarios a la 15 o 30 CH o se aplica la tintura madre sobre la verruga, dos veces al día.