La actitud con la que nos enfrentamos a la vida la elegimos nosotros. Por eso, la mejor elección es apostar por la alegría y comunicar nuestro optimismo a los demás ya que esto hará que nos sintamos bien y mejorará a la vez nuestras relaciones personales. Es verdad que hay personas con un carácter más optimista que otras, pero comunicar optimismo es, ante todo, una actitud que, además, resulta muy contagiosa. Puedes poner de tu parte para desarrollarla; por eso te ofrecemos algunos consejos para que consigas que tu comunicación sea más optimista. Toma nota:

Recuerda tus momentos mágicos. Todos los días tienen algún momento mágico. Solo tienes que buscarlo. Revive mentalmente los buenos momentos que has vivido recientemente y atesóralos en tu memoria para cargarte de energía positiva.
Da la vuelta a las cosas. Todo lo que te ocurre tiene su lado bueno. Busca la cara positiva de las experiencias que estás viviendo y no te quedes atascado en lo negativo.
Cárgate de energía positiva... Para algunos será el deporte; para otros, la música o bien una buena película. Si sabes qué es lo que te hace sentir bien, hazlo tantas veces como puedas. Otra manera de conseguirlo consiste en tratar de identificar a aquellas personas de tu alrededor que más te cargan las pilas e intensificar la relación con ellas. Contágiate de su optimismo y no dudes en alejarte de las que te absorben la energía y no te hacen sentir bien.
...y deshazte de la negativa. Antes de comunicarte con los demás, despréndete de resentimientos, enfados y conflictos. Si los llevas dentro, los contagiarás a aquellos con los que te relacionas sin dart cuenta. Revisa tu comunicación para descargarla de quejas, reproches y frases en negativo. Soluciona primero tus pequeños conflictos interiores para impedir que contaminen tu comunicación.