Rojo: un subidón a tus defensas

Arándano rojo y grosella. Con un alto contenido en agua y fibra, frenan la oxidación por su alto contenido en vitamina E y carotenoides. Su temporada es corta, pero puedes tomarlos todo el año en zumo envasado; y úsalo también en salsas, gelatinas...

Tomate. Es rico en licopeno (previene la enfermedad cardiovascular). Mejor con la piel (vitaminas, minerales...). Búscalos y ¡pon freno al envejecimiento!

Naranja: el organismo a tope

Naranja. Rica en provitamina A, ayuda a cuidar de los ojos. Tómala entera o en zumo, pero no tires la pulpa: ahí reside la fibra.
Limón. Su contenido en vitamina C propicia la producción de colágeno y mejora la circulación sanguínea.
Salmón. Contiene la famosa coenzima Q10, que mantiene la piel más saludable y reduce el colesterol malo.

Verde: eficaces

Lechuga. Es un cóctel vitamínico. Toma mejor las hojas exteriores (con más color y antioxidantes) que las de color claro.
Pimiento. Están llenos de vitamina C. Mejor tómalos crudos y, para que no sean indigestos, pártelos en tiras y macéralos con aceite, sal y vinagre.
Kiwi. Es una superfruta: sus vitaminas (sobre todo C) frenan las infecciones.

Morados: tendrás una vista de 10

Berenjenas. Tienen un alto contenido en ácido clorogénico (un potente antioxidante). Su consumo mejora la visión nocturna y ayuda a prevenir enfermedades de tipo vírico.
Uvas. Sobre todo las negras, por contener flavonoides, mejoran la circulación. Con piel y pepitas aumenta su poder antioxidante.
No te olvides de... ciruela, lombarda, higos...

Las claves para entender qué son y cómo funcionan

Son sustancias que nos protegen de los radicales libres (responsables del envejecimiento).
Se distinguen porque son de "color"; a más color, más antioxidantes. Contienen vitamina A, C y E, y minerales como selenio, zinc, isoflavonas, clorofila...
Las verduras y las frutas son las principales fuentes, pero también legumbres y pescado. Las primeras (guisantes, lentejas, alubias...) aportan manganeso y cobre (potencian el sistema inmune); el segundo (sobre todo el azul), la coenzima Q10, que protege el corazón.

Y los que no tienen color...

Algunos alimentos blancos (sin color) también combaten la oxidación del organismo.
Alimentos antioxidantes: cuanto más color, mejor Ref. SRL-20160
Ajos y cebollas. Son "curativos" y concentrados de vitaminas, previenen enfermedades de corazón y tienen propiedades diuréticas.
Frutos secos. Nueces, pipas, pistachos... son una fuente de vitamina E. Cuidan de la piel y de la salud cerebral.
Y también melón, manzana, puerro, plátano...