Las bolsas bajo los ojos restan atractivo no solo a la mirada, sino a todo el rostro, que adquiere un aspecto cansado y envejecido. Esas bolsas pueden ser de grasa y, en ese caso, solo se eliminan mediante técnicas quirúrgicas. Pero muchas veces pueden eliminarse sin demasiadas complicaciones.

Por qué aparecen y cómo librarse de ellas

Cambio de hábitos. Los genes, el paso de los años o trastornos de salud (como la retención de líquidos) pueden estar tras las bolsas y son complicados de contrarrestar. Otros factores que también las generan es posible modificarlos más fácilmente: puedes minimizar (o mejor erradicar) malos hábitos como el alcohol, el tabaco, la mala alimentación o pasar demasiadas horas delante del ordenador y demasiado pocas durmiendo.

Elegir la cosmética adecuada... En algunos casos, las bolsas también pueden ser consecuencia, y quizás esto te sorprenda, del uso de una cosmética poco conveniente: así, si empleas contornos de ojos muy grasos o desmaquillantes con aceites las estás fomentado. Hasta los 30 años, deben escogerse texturas en gel, ligeras y refrescantes. Hasta los 40-45 años, los geles-crema y los fluidos son más acertados, pues compensan la mayor sequedad de la piel que se genera en esa franja de edad. Las emulsiones y cremas, de texturas mucho más ricas y densas, deben reservarse para las pieles muy maduras y/o secas.

...Y utilizarla bien. Los expertos recomiendan usar los productos de contorno de ojos dos veces al día: por la mañana, ayudan a drenar los líquidos que se acumulan en la zona durante las horas de sueño; por la noche, reactivan la microcirculación linfática y sanguínea. Cuando vayas a aplicarlos, coge muy poca cantidad de producto y extiéndela del interior al exterior del ojo sin desplazar la piel ni incidir sobre las pestañas. Luego haz rápidas presiones con los dedos (como si tecleases) a lo largo de las bolsas.

Soluciones de emergencia. Si necesitas reducirlas de inmediato porque tienes un compromiso, aplica sobre ellas compresas de agua fría. Después, siéntate con los codos apoyados sobre la mesa y dejar caer la cabeza sobre las palmas de las manos para que estas presionen ligeramente los párpados. Aguanta 15 segundos y repite 5 veces.

Desde dentro. Aumenta tu consumo de ajos, espárragos y cebollas y serás algo menos propensa a que se te formen bolsas. Evita, igualmente, los productos ricos en sal: embutidos, mariscos, quesos, conservas... Las infusiones a base de ortiga verde, cola de caballo o castaño de Indias también ayudan.