El verano tiene un doble efecto en la salud del cabello. Por una parte, el agua de mar le aporta sales y yodo y, además, contribuye a regular el exceso de grasa. Sin embargo, los efectos ambientales (sol, humedad, aire acondicionado, etc.) son especialmente dañinos y pueden acabar 'pasando factura' si no se toman las medidas adecuadas para evitarlo.

5 hábitos necesarios

1. Utiliza productos capilares con filtros solares UVA y UVB durante todo el verano. Son los encargados de proteger las fibras de queratina para que no se rompan (si eso sucede el cabello se vuelve frágil y quebradizo), mantienen la hidratación y conservan las cutículas intactas y aplanadas para que el pelo esté suave y manejable. Aplícalos de forma generosa y desde la raíz hasta las puntas.

2. Usa el fotoprotector capilar tras cada baño, incluso si el producto es resistente al agua. Las texturas en gel o espuma van bien para las melenas cortas o el pelo fino; si es grueso o tu melena es larga, es preferible que utilices un fluido o un aceite, ya que son más nutritivos y suavizantes.

3. Evita las exposiciones prolongadas al sol, en especial cuando la radiación es más intensa (entre las 12 h y las 16 h). En cualquier caso, cubre el cabello todo el tiempo que puedas con un sombrero, una gorra o un pañuelo, ya que bloquean las radiaciones e impiden que el viento y la arena resequen y rompan las cutículas.

4. Aclara el cabello tras un baño en el mar o la piscina para eliminar los restos de sal y de cloro que se depositan en las cutículas y las resecan. De esta forma, también evitas que el tratamiento que se da al agua de las piscinas reaccione químicamente en el cabello y este adquiera un tono verdoso (sobre todo si eres rubia).

5. No retuerzas ni frotes el pelo al secarlo. Haz ligeras presiones con la toalla a lo largo de toda la fibra. Para desenredarlo, utiliza un peine de púas anchas para no dar tirones.

¿Y si lo llevas teñido o con mechas?

En este caso, el pelo es aún más frágil y poroso. Así que toma precauciones extras:

  • Si quieres evitar que el color se altere, lava tu pelo con un champú poco detergente (sin sulfatos) y de pH ácido, que cierra las cutículas.
  • Para una protección solar más eficaz, antes de salir de casa aplícate un acondicionador sin aclarado, 
especial para cabellos coloreados. Sus filtros UV y antioxidantes (Vitamina E) actúan de escudo protector 
frente al sol durante el resto del día.