Son gestos o rutinas tan habituales que ni siquiera pensamos que pueden afectar a nuestra silueta... Por eso, es mejor evitarlos.

1. Llevar taconazos

Aunque nos estiliza visualmente, si los llevamos durante mucho tiempo provoca que se tensen los músculos de las piernas, se dificulte la circulación de retorno y empeore la temida celulitis. El tacón ideal no debería superar los 5 cm.

2. Cruzar las piernas

Si permaneces mucho rato en esta postura ejerces presión sobre los vasos sanguíneos y obstruyes la circulación. Si te sientes incómoda estando sentada con las piernas rectas y separadas y “necesitas” cruzarlas, hazlo al menos a la altura de los tobillos, dejando las rodillas libres de presión.

3. Perder peso muy rápido

Las dietas drásticas muy bajas en calorías hacen que la piel no se adapte al nuevo volumen y provocan flacidez. Hay que adelgazar progresivamente. Sin abusar de los hidratos (pan, patatas, pasta) porque, si no se queman, se almacenan en forma de grasa. No te olvides de las proteínas (pollo, huevo, pescado), esenciales para los músculos.

4. Baños muy calientes

Son muy relajantes, pero si los prolongamos durante mucho tiempo –o los repetimos con frecuencia– el calor relaja también los tejidos, favoreciendo la flacidez. El agua templada (28–30 ºC) es la mejor opción, y mejor aún, alternarla con agua fría. Y después, tu crema. Reafirmante o anticelulítica, tú eliges según tus necesidades, pero imprescindible aplicártela a diario y con un masaje prolongado.

5. Ropa muy ajustada

Unos vaqueros o pantalones muy ceñidos o incluso un cinturón ancho que oprima el abdomen dificultan la correcta circulación y favorecen la acumulación de toxinas y la celulitis.

6. Ojo con las “chuches"

Los extras de azúcar provocan “picos” de insulina en sangre, que favorecen el almacenamiento de grasas. Manteniendo un horario regular de comidas, sin picoteo, la insulina se equilibra y disminuye la tendencia a engordar.

7. Pasarse con el sol

Las largas sesiones al sol tienen como contrapartida la destrucción de las fibras de colágeno por el sol, lo que acentúa la celulitis y la flacidez. Modera tu exposición al sol, sobre todo si la celulitis está muy avanzada.

8. Demasiado café

El consumo excesivo de esta y otras bebidas excitantes o bebidas con alcohol tiene un efecto vasoconstrictor e impide la oxigenación de los tejidos. Prueba con el té, el agua y toma de vez en cuando zumo natural de piña, muy diurético.

9. Dormir poco

La actividad física es básica para quemar calorías, pero un descanso reparador también. Dormir poco o de forma desorganizada altera el metabolismo y favorece la acumulación de grasa. Si tienes problemas para conciliar el sueño, aplica en el dormitorio o sobre tu almohada spray de lavanda, su aroma tiene un efecto relajante.

10. Las prisas no son buenas

En situaciones de estrés se liberan grandes cantidades de catecolamina, una hormona que aumenta la producción de tejido graso. Así que introduce en tu agenda el relax. Reserva tiempo para regalarte una reconfortante sesión de belleza en casa o, mejor aún, un masaje que repercuta favorablemente en tu piel... y en tu mente.