Las cremas y las mousses son el postre perfecto para quedar bien, sobre todo si eres principiante. No te complican la vida, se hacen casi con los ojos cerrados y, si les pones un poco de imaginación, puedes presentarlos de distintas maneras: como un pastel grande, en un molde cuadrado o rectangular, o en porciones individuales, como estos vasitos de crema de maracuyá con leche condensada y merengue . La base de nuestros vasitos de crema de maracuyá con leche condensada es la típica masa de galleta y mantequilla , pero puedes sustituirla por trocitos de bizcocho o bollos que tengas en casa, unos bizcochos de soletilla o unos barquillos triturados. Para la crema necesitas maracuyás (quizá los conozcas también como fruta de la pasión o granadillas ), son unas frutas tropicales con un sabor ácido y dulce a la vez que aporta a estos vasitos de crema de maracuyá con leche condensada y merengue un toque sofisticado. Muy importante: cuando vayas al mercado a comprarlos (están en temporada desde octubre hasta abril) no escojas las piezas que presenten una piel demasiado arrugada, esto indica que están ligeramente deshidratadas y tienen menos cantidad de pulpa Hacer la crema es tan fácil que ni siquiera hay que cocerla, solo tienes que batir la fruta con leche condensada y nata muy frías (déjalas 10 minutos en el congelador antes de utilizarlas), y ya está la crema lista para rellenar los vasitos. Y el toque final: una vez que hayas terminado de rellenar los vasitos con el merengue te proponemos que le pongas encima un poco de pulpa de maracuyá. Y si tienes un poco de práctica con el soplete de cocina, puedes “quemarlo” unos instantes hasta que la superficie se dore ligeramente. El resultado es espectacular. Si te han gustado estos vasitos de crema de maracuyá, mira también este cheesecake con arándanos o esta receta superfácil de yogur con frutas rojas y copos de arroz , y también esta crema de mascarpone con fresas y caramelo crujiente que se deshace en la boca. ¿Por cuál quieres empezar? Cómo triunfar con tus vasitos de crema de maracuyá Para esta receta puedes usar las galletas que prefieras: las clásicas maría, tipo digestive, rectangulares, de mantequilla, con pepitas de chocolate o incluso sin azúcar. También puedes reducir, o incluso suprimir, la cantidad de azúcar moreno que se añade a la masa de galleta; ten en cuenta que la crema de maracuyá lleva leche condensada y queda muy dulce. Empieza preparando las bases de los vasitos de crema de maracuyá: mezcla las galletas con cualquier tipo de cereales crujientes de los que se toman en el desayuno. Elige los que te más gusten: copos de maíz, de avena, de arroz... Para potenciar el sabor de la masa puedes añadirle una pizca de canela molida o de jengibre si quieres darle un toque ligeramente picante. Si no tienes un termómetro de cocina para medir la temperatura del almíbar y verificar si ha alcanzado el punto necesario para hacer el merengue italiano, coge un poquito de almíbar con una cuchara y sumérgelo en agua fría. Cuando se enfríe verás que se forma una bolita que se aplasta fácilmente entre los dedos: a ese punto se le llama de bola blanda y se consigue a 118º. Reserva un poco de la pulpa de maracuyá con semillas para decorar al postre al final, tal y como te indicamos en la receta o, si lo prefieres, mézclala directamente con el merengue. En ese caso, espolvorea el merengue con un poco de cacao puro en polvo antes de servir los vasitos. Presenta este postre en distintos recipientes; pueden ser vasos estrechos y altos, copas o tarritos. Lo importante es que sean de cristal transparente, para que se vean las distintas capas y el postre resulte más vistoso y apetecible. Por último, un detalle que sorprenderá a todos: antes de rellenar con la crema de maracuyá y merengue los vasitos (o los recipientes que vayas a utilizar), humedece el borde de cada uno con un poco de zumo de fruta, extendiéndolo con un pincel fino, y colócalos boca abajo sobre un plato con azúcar de colores para que este se quede adherido al borde.