Seguro que recuerdas con nostalgia la apetitosa tarta helada Comtessa o Viennetta . Creada en los años ochenta por Frigo, esta tarta de nata con finísimas láminas de chocolate crujiente conquistó todos los paladares de nuestro país y se convirtió en la protagonista de las sobremesas familiares de la época. No había fiesta o celebración que no contará con su presencia. Si te apetece revivir esos dulces momentos y quieres volver a disfrutar con el irresistible sabor de esta tarta tradicional, no te pierdas la versión que te proponemos hoy. Está tan rica y es tan fácil de realizar, que se convertirá en un clásico de tu recetario estival. Si te han entrado ganas de preparar más tartas heladas, echa un vistazo a la tarta de vainilla y tofe , a la de limón y merengue o a la de whisky con yema tostada . Trocea el chocolate o rállalo si lo prefieres. Colócalo en un cuenco refractario, introduce este en un cazo con un fondo de agua y calienta, al baño María y removiendo, hasta que el chocolate esté completamente fundido y obtengas una crema homogénea. Cubre la superficie de trabajo con papel sulfurizado, vierte la sexta parte del chocolate y extiéndelo hasta formar un rectángulo fino del mismo tamaño que el fondo del molde. Repite la operación para conseguir otros 5 rectángulos más. Deja que se templen e introdúcelos en la nevera para que el chocolate se endurezca y quede crujiente. Bate la nata ligeramente con la mitad del azúcar y déjala en la nevera. Casca los huevos separando las yemas de las claras. Reserva las primeras en la nevera para otra receta y monta las últimas a punto de nieve con el resto del azúcar, con varillas eléctricas. Añade este merengue a la nata y mezcla con una espátula. Separa los rectángulos de chocolate del papel con mucho cuidado para que no se rompan. Dispón uno en el fondo de un molde alargado y cúbrelo con un poco de la nata batida. Termina de montar la tarta como si fuera un milhojas, alternando capas de ambos ingredientes hasta agotarlos. Cubre con film de cocina y deja en el congelador un mínimo de 12 horas. Retírala unos minutos antes de servirla y desmóldala volcándola sobre una fuente. Decórala con las virutas de chocolate y la menta lavada y seca. Sugerencia para que la tarta helada de nata y chocolate crujiente quede exquisita El chocolate fondant también se puede fundir en el microondas. Trocéalo, ponlo en un bol y caliéntalo, a baja temperatura, durante 30 segundos. Remueve, vuelve a calentar 15 segundos más y… listo. Para que la tarta te quede perfecta, es importante que la nata esté bien fría antes de montarla. Y, si puedes, procura que los utensilios (cuenco y varillas) también lo estén. Déjalos en el congelador durante unos 20 minutos. Si preparas esta tarta en verano, procura que las láminas de chocolate no se derritan con el calor mientras estás trabajando. Para que esto no suceda, cada vez que pongas una capa de crema de nata en el molde, deja el chocolate en la nevera . Al servir la tarta, en lugar de virutas de chocolate, puedes decorar con unos hilos de chocolate fundido. Puedes acompañar esta tarta helada con unos frutos rojos. Elige moras , arándanos , grosellas , frambuesas … y repártelos por encima.