La salsa velouté es, sin duda, una de las elaboraciones básicas francesas que todo amante de la cocina debe conocer. Muy parecida a la bechamel , pero con un caldo o fondo claro , que puede ser de verduras, ave, ternera o pescado, en lugar de leche, y con un roux de harina y mantequilla, esta salsa tiene con una textura tan fina y sedosa que a la que la pruebes te conquistará. Dependiendo del caldo que utilices en su preparación, puedes usarla para enriquecer guisos con moluscos o mariscos, gratinados de verduras, pollo y pescados… Incluso, puede ser una acompañante perfecta para la pasta. Aunque la salsa velouté es muy fácil de realizar, tiene su secreto. Y este es la manera de cocinar el roux. Una vez tengas la mantequilla derretida y sin dorar, agrega la harina , removiéndola bien para que se integre y con el fuego al mínimo para que esta no se tueste demasiado. Pasados unos minutos y tenga un tono ligeramente tostado, ya estará a punto. Luego, ve incorporando el caldo hasta que la salsa tome cuerpo. Otras salsas que deben formar parte de su recetario particular son la salsa holandesa , la salsa barbacoa o la salsa pesto . Variantes para la salsa velouté Puedes sustituir parte del caldo por un poco de vino blanco o algo de leche. Si ves que queda muy espesa, añade un poco más de caldo . En cambio, si está demasiado líquida, prolonga la cocción 5 minutos más. La salsa velouté puede ser la base de otras elaboraciones más complicadas. Por ejemplo, puedes cocinar una velouté de guisantes .