Cómo cocer huevos con cáscara: pasados por agua, duros, mollet y a baja temperatura

Aquí tienes las cuatro formas de cocer los huevos con su cáscara para conseguir diferentes texturas en la yema y la clara: pasado por agua, mollet, duro y a baja temperatura.

distintas cocciones de huevo
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Cristina Alvarez, directora de Cocina Fácil
Cristina Alvarez

Directora de CocinaFácil.com

¿Tú eres de los que solo preparas los huevos con cáscara para hacer un huevo duro? Pues sigue leyendo y ábrete a las texturas diferentes que puedes conseguir cociendo huevos con su cáscara.

Ya sabes que a la hora de pelarlos, es fundamental retirar hasta la última brizna de la cáscara porque puede ser peligroso ingerirla por lo cortante que puede llega a ser.

Cociendo huevos con cáscara

1. Huevos pasados por agua

¿Recuerdas, tal vez lo huevos pasados por agua solo de los desayunos de la infancia, que te preparaba tu madre o tu abuela? Antes eran un desayuno muy recurrente, que no debería caer en el olvido, por lo delicioso, saludable y nutritivo que es.

Para preparar unos huevos pasados por agua cuenta unos 3 minutos de cocción en agua que ya esté hirviendo para que la clara quede ligeramente cuajada y la yema casi líquida, con esa textura gelatinosa que los hace irresistibles.

Si los añades cuando el agua está fría, espera a que empiece a hervir; deja pasar 1 minuto y retíralos. Sírvelos en una huevera de cerámica con la parte superior cortada, para poder comerlos cómodamente con una cucharita, y condimentados, por ejemplo con sal y pimienta recién molida.
En compañía de unos picatostes o unos croutons regados con aceite de oliva virgen son una estupenda opción (y muy saciante) que añade al desayuno un montón de sabrosas proteínas.

2. Huevos mollet

En este formato, el mollet, los huevos tienen la clara más sólida que los pasados por agua (aunque tampoco se llega a cuajar del todo) y la yema semilíquida pero más cremosa que la de los pasados por agua. Para obtener esa texura cuécelos unos 5 minutos en agua hirviendo para que queden en su punto. Son perfectos para servir como entrante, con unos colines de queso y olivada o sobre unas tostas de tomate, y también para completar el relleno de unas tartaletas, como estas de acelgas con un toque de pimentón.

Huevo mollet con puré de patatas
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3. Huevos duros

Si cueces los huevos unos 10 minutos obtienes unos huevos duros con la clara perfectamente cocida, blanca y compacta, y la yema bien cuajada y consistente, pero jugosa a la vez.

Puedes rellenarlos a tu gusto: con atún y verduras o con alcachofas y huevas de salmón quedan de capricho, o incluirlos en recetas como la clásica ensaladilla rusa o este original áspic de tomate con espaguetis de calabacín. Prueba a esconderlos dentro de una aleta de ternera o de unos chipirones y ensártalos en brochetas si quieres sorprender a tus invitados, o añádelos a guisos tradicionales como este conejo en pepitoria que está para chuparse los dedos.

huevo cocido

4. A baja temperatura

¿Tienes un poco más de tiempo? Cuece los huevos a baja temperatura en un cazo con agua a 65º C, entre 30 y 40 minutos y te rendirás a su textura supercremosa. Con unas patatas fritas a gajos y unas lascas de jamón ibérico son un auténtico manjar, que te puede resolver una cena improvisada.

¿Y si son huevos de codorniz?

Aunque más pequeños, también necesitan su tiempo: calcula unos dos minutos y medio minutos para que la yema quede untuosa; 3 minutos si la prefieres más cuajada o 4 minutos si te gusta firme.

Utilízalos para enriquecer nuestra ensalada de patata en timbal o esta crema de espinacas con almendras. O prepáralos en tempura, envueltos en hojas de espinaca, o a la escocesa, dentro de unas suculentas albóndigas de carne con salsa rosa para mojar. ¡Te los quitarán de las manos!

Huevos de codorniz cocidos
RBA