Hacer unas buenas croquetas no es difícil, pero sí se necesita paciencia. Si quieres que te quede una bechamel fina y suave, tienes que removerla bien con unas varillas. La bechamel de esta receta de croquetas se hace con un poco de cebolleta y puerro pochado, lo cual aporta dulzor, y se remata, con una pizca de nuez moscada. Cuanto más tiempo tengas la masa enfriándose en la nevera , más fácil te será manejarla después para darle forma; lo ideal es dejarla toda una noche. Para que las croquetas no pierdan su forma al freírlas, hay quien después de rebozarlas, las deja reposar en la nevera otro buen rato. También es importante que no tengas prisa con la fritura. Fríe las croquetas por tandas en la sartén cuando el aceite esté muy caliente. Aparte de su resultado, lo bueno de esta receta es que se aprovecha todo; desde el líquido de cocción de los mejillones abiertos al vapor hasta el escabeche de la lata de los moluscos en conserva. Si te apasionan las croquetas con sabor a mar, prueba las croquetas de rape y langostinos , las croquetas de bacalao y las croquetas de gambas y champiñones . Variantes de las croquetas de mejillones: Pica berberechos, almejas o navajas en conserva junto con los mejillones. Antes de meter el relleno en la nevera, añádele unas hojitas de perejil picado y remueve. Para hacer el plato quede más vistoso al servirlo, esparce una pizca de pimentón molido por encima de las croquetas.