Esta tarta fría lo tiene todo: cremosa, lista en tan solo 3 minutos , con apenas 4 ingredientes y lo mejor de todo, no necesitas usar el horno . ¿Puede ser más perfecta? Anímate a probar esta deliciosa y rápida receta que te sorprenderá con su increíble sabor y textura suave. ¡No podrás resistirte a repetir una porción tras otra! Un postre con bizcochos de soletilla Prepararla es tan fácil como hidratar la gelatina en agua, montar la nata en otro bol y calentar la gelatina para mezclarla con leche condensada . Luego, colocar bizcochos empapados en leche en una fuente, mezclar la nata con la leche condensada y gelatina, verter la mezcla sobre los bizcochos y refrigerar durante una hora. No pierdas ni un minuto más, cuando la aprendas a preparar se convertirá en tu receta estrella. Tarta comadre Para 4 personas Ingredientes Bizcochos de soletilla 400 ml de nata o crema para batir 370 g de leche condensada 10 g de gelatina neutra en polvo 6 cucharadas de agua Media taza de leche (opcional) Canela en polvo (opcional) Paso a paso Hidrata la gelatina En un recipiente pequeño, mezcla 6 cucharadas de agua con 10 gramos de gelatina neutra en polvo utilizando un tenedor para asegurar que se integre bien. Después de mezclar, deja reposar la gelatina durante 5 minutos para que se hidrate adecuadamente. Monta la nata En otro bol, vierte la nata para batir asegurándote de que esté bien fría. Utiliza unas varillas eléctricas para batir la nata durante aproximadamente 1 minuto o hasta que adquiera una textura cremosa y blanquecina. Luego, tapa el bol y guárdalo en el frigorífico para mantenerla fresca. Prepara la mezcla de gelatina y leche condensada Una vez que la gelatina esté hidratada, caliéntala en el microondas durante 1 minuto o hasta que esté caliente y líquida. A continuación, vierte la gelatina caliente en un bol que ya contenga leche condensada. Bate suavemente los ingredientes con un tenedor para asegurar que se integren. Coloca los bizcochos en la fuente En una fuente amplia, coloca los bizcochos de soletilla previamente empapados en leche, asegurándote de cubrir todo el fondo de la fuente. Si prefieres, también puedes utilizar galletas en lugar de bizcochos. Mezcla la nata con la leche condensada y gelatina Vierte la nata montada en el bol con la leche condensada y la gelatina. Remueve bien todos los ingredientes hasta que queden totalmente integrados y no queden grumos en la mezcla. Refrigera y sirve Vierte la masa resultante sobre los bizcochos en la fuente. Utiliza una espátula para alisar la superficie y asegurarte de que quede uniforme. Luego, guarda la fuente en el frigorífico durante al menos una hora para que el postre cuaje y tome consistencia. Antes de servir, espolvorea un poco de canela en polvo sobre la superficie para darle un toque de sabor adicional. Sirve porciones individuales y disfruta.