5 bizcochos esponjosos que SIEMPRE salen bien

No hay nada comparado a dar el primero bocado de un bizcocho esponjoso. Si queda seco, compacto y sin volumen, por muy rico que esté, no va a ser agradable tomar ni un trocito pequeño.

Por eso, queremos proponerte estas cinco recetas de bizcochos esponjosos de diferentes sabores porque con los trucos que te vamos a dar te van a quedar perfectos a la primera.

Si se te da bien la cocina salada, pero con los bizcochos, por alguna razón misteriosa, se te siguen resistiendo, es porque no has probado a hacer estas recetas al pie de la letra. Sí, porque con la repostería no valen improvisaciones.

Hasta preparar el bizcocho más simple requiere de cierta técnica y de un paso a paso detallado. Y aunque tampoco hay que ponerse demasiado exquisito midiendo cantidades, sí que conviene tener en cuenta unos cuantos trucos para que tu bizcocho sea realmente esponjoso.

Te los desvelamos todos y te damos cinco ideas para que empieces a probar con la repostería.

1. Bizcocho de leche

Este bizcocho húmedo lleva leche y también esencia de vainilla. Queda esponjoso, con un sabor adictivo y además es muy fácil de preparar.

Pero eso sí, hay que seguir al pie de la letra las indicaciones, sobre todo las de temperatura (se cuece en el horno a 150º durante 50 minutos). Como es un bizcocho que se toma frío, hay que dejarlo reposar unas 4 horas en la nevera antes de consumirlo.

2. Bizcocho de limón

El bizcocho de limón es todo un clásico de la repostería y un buen lugar por el que empezar si no estás muy familiarizada con la cocina dulce.

Para hacer este bizcocho, y en general para todos, es importante tamizar la harina (y todos los ingredientes que vengan en polvo) para que no queden grumos.

Esta receta de bizcocho esponjoso queda muy rica porque se hace con zumo y ralladura de limón y además se le añade un ingrediente secreto que le da un punto espectacular, la leche condensada.

3. Bizcocho de yogur

Utilizar yogur para hacer bizcocho es ideal. Los bizcochos quedan más esponjosos y suelen ser más fáciles de elaborar. En esta receta podrás medir las cantidades del resto de ingredientes con el propio vaso del yogur.

Más fácil y práctico imposible. Eso hace que no necesites báscula de cocina y que ensucies mucho menos. El yogur que se utiliza para hacer este bizcocho es natural sin azucarar, pero a media que vayas cogiéndole el tranquillo podrás utilizar yogures de sabores para darle un toque especial.

4. Bizcocho de chocolate

Otro clásico de la repostería es el bizcocho de chocolate. El de esta receta no es que quede jugoso es que tiene una textura que es de otro planeta. Es más fácil de realizar de lo que parece y como lleva trufa por encima se puede servir como una tarta si quieres.

¿Por qué queda tan jugoso? Porque se hace con leche y agua y además de mantequilla se le añade aceite de oliva suave o de girasol. El chocolate que se utiliza es en polvo, así que no te olvides de tamizarlo.

5. Bizcocho de zanahoria

Cuando ya hayas cogido un poquito de práctica con los bizcochos puedes animarte a preparar un bizcocho de zanahoria con nueces.

Lleva un poco de jengibre para darle un puntito picante que le va de maravilla. Un glaseado de limón que no hace sino potenciar todos su sabor y aromas, zanahoria rallada y nueces.

Puedes hacerlo con harina integral si lo prefieres.