Cuando te apetece hacer algo un poco elaborado, pero no tampoco mucho, y ya no es tiempo de platos calientes, no te conformes con repetir fórmulas de ensalada. Coge de la despensa unas placas de lasaña y ponte manos a la obra para preparar un plato con base de pasta pero frío.
Las recetas de lasaña fría son superapetitosas y les puedes introducir cientos de rellenos. Las verduritas y el atún son estrellas. Las verduras pueden ser crudas, cocidas al dente o al horno, tipo escalivada, preaparadas en el horno envueltas en papel de aluminio en el horno.
La pasta de la lasaña puede ser seca o precocida, con lo que tendrás que mirar en las instrucciones del fabricante los tiempos de cocción. Sea como sea, el tiempo empleado será poco.
Mira qué tres fantásticas recetas de lasañas frías te hemos seleccionado para cuando empieza a apretar el calor.
1. Lasaña de escalivada con atún y mayonesa
Esta vistosa lasaña fría de atún y escalivada se corona con copetes de mayonesa. La única dificultad es asar al horno la cebolla, la berenjena y los pimientos y pelarlos cuando se enfríen. Después, se monta a capas las láminas de lasaña cocidas, con el aliño, aceitunas troceadas, huevo codido y albahaca y ¡listo para comer!
2. Lasaña fría de ensalada de verano
Con otra textura que la anterior, esta lasaña de ensalada de verano lleva todos los ingredientes bien picaditos: las aceitunas negras, el pepino, el aguacate, la cebolleta, los huevos de codorniz, los tomates cherry... Se monta con cuatro placas de lasaña cocidas y se sirve decorada con mitades de huevo de codorniz cocidas, cherrys y pepino cortado a tiras finas con un espirilizador.
3. Lasaña fría de bacalao y aguacate
Para esta lasaña con aguacate, en lugar de atún que suele estar en la mayoría de rellenos, se incluye otro pescado, el bacalao ahumado ahumado. Queda deliciosa, rellenando las capas con la mezcla del bacalao ahumado, la olivada, el aguacate y el tomate.