Un paraíso muy cerca de ti

Castilla-La Mancha es mucho más que llanuras sembradas de molinos. ¿Sabías que la mitad de su territorio son bosques y montañas? Castilla-La Mancha alberga preciosos tesoros naturales en forma de valles, sierras, ríos, cañones, simas y barrancos. Un conjunto de paraísos naturales únicos en Europa.

PARQUES NACIONALES

Cabañeros y Tablas de Daimiel son los dos grandes símbolos naturales de Castilla-La Mancha. Excepcionales refugios naturales en los que observar las especies más emblemáticas de la flora y la fauna ibéricas. El Parque Nacional de Cabañeros, con sus escarpadas sierras y la quietud de sus ranas, es ideal para hacer senderismo o montar a caballo, observando águilas imperiales, cigüeñas negras, buitres, corzos, ciervos y jabalíes. Mientras que el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel nos ofrece un paisaje totalmente distinto rodeado de agua. Reserva de la Biosfera por la UNESCO, cuenta con una cuidada red de pasarelas para conocer uno de los ecosistemas húmedos más valiosos del planeta.

EL CIELO MÁS ESTRELLADO LO ENCONTRARÁS AQUÍ

Si podrías pasarte horas buscando la Osa Mayor, Casiopea o las constelaciones de Escorpio o Sagitario, no puedes dejar de visitar Castilla-La Mancha. En Cuenca y Ciudad Real existen hasta 27 rincones que se han convertido, en los últimos años, en escenarios únicos para la observación del firmamento. ¿Dónde los encontrarás? Algunos forman parte del Parque Astronómico de la Serranía Conquense y otros, del Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona. Distinguidos con el sello Destino Turístico Starlight, aseguran la contemplación de un cielo inmenso en condiciones óptimas de observación, es decir, en plena naturaleza, protegidos de la contaminación lumínica y con la infraestructura necesaria para disfrutar de un viaje por las estrellas inolvidable.

PARA DESCONECTAR

MÁS DE MEDIO MILLÓN DE HECTÁREAS del territorio de Castilla-La Mancha están ocupadas por parques naturales y rincones de especial riqueza medioambiental. Lugares saludables y descongestionados en los que perderse y desconectar. Desde el salvaje Alto Tajo o el cañón de la Hoz de la Pelegrina, con el Barranco del río Dulce y su sobrecogedor mirador de Félix Rodríguez de la Fuente, hasta las escarpadas Hoces del Cabriel, los enigmáticos volcanes del Campo de Calatrava o la desconocida Sierra Norte de Guadalajara con su espectacular Hayedo de Tejera Negra, el Pico del Lobo Cebollera y la Reserva Fluvial del río Pelagallinas.

ESPECIES ÚNICAS

Como los osos pardos. Te esperan en el Parque Cinegético del Hosquillo.

FAUNA IBÉRICA

En el Parque Nacional de Cabañeros podrás ver corzos, lobos, águilas...

RÍOS Y LAGOS

Hacer kayak en el embalse de Bolarque es una experiencia ideal para todos.

TURISMO ACTIVO

TREKKING Y MÁS

Pasear por bosques centenarios, subir una montaña, asomarse a un volcán, colgar de una cuerda a centenares de metros del suelo... Castilla-La Mancha nos ofrece una fuente inagotable de experiencias, emociones y aventuras en entornos naturales magníficos.

SOBRE RUEDAS

También para los amantes de la bicicleta hay planes sensacionales como recorrer la Vía Verde de la Jara, una ruta de BTT apta para todos los públicos.

POR EL AGUA

Y si lo que te gusta es el agua, podrás desde descender cañones hasta bajar rápidos sobre una balsa o simplemente darte un baño en las estupendas “playas interiores” de Castilla-La Mancha, como las Lagunas de Ruidera, o disfrutar de los famosos manantiales de aguas mineromedicinales de Beteta.

Fotos: Turismo Castilla-La Mancha/David Bázquez