La tercera edición de Isla de las tentaciones ha llegado a su fin y lo ha hecho yéndose por todo lo alto. Poco antes de que comenzara esta temporada, pensaba que sus concursantes no podrían despertar en mí el interés necesario para engancharme como es debido a un programa de estas características, y debo reconocer que me gusta haberme equivocado.
Finaliza una edición sublime, cargada de momentos y giros que no olvidaremos, todo ello acompañado de grandes personajes que permanecerán en nuestra memoria por mucho tiempo, aunque podremos disfrutar de algunos de ellos en la próxima edición de ‘Superviventes’.
El programa mantiene intacta su esencia gracias a una envidiable producción y a un proceso de selección sobresaliente.
En cuanto al reencuentro de los protagonistas seis meses después, he de decir que he sufrido con el desenlace de la pareja formada por Claudia y Raúl, probablemente porque su historia es la más real y cruda de todas. No es fácil sobrevivir a una experiencia de estas características, y a veces el amor no puede con todo. Claudia y Raúl fueron víctimas de la ambición desmesurada de Tony, concursante que mostró su verdadero rostro cuando mintió a Raul en la hoguera de los solteros acerca de los verdaderos sentimientos de Claudia. En ese momento supe que este tentador había estado tomándonos el pelo a todos y que su única meta era destruir la pareja formada por la chica a la que según él, admiraba tanto. Tendremos dejar que pase el tiempo para saber si Raul y Claudia deciden darse una segunda oportunidad, aunque lo que nadie puede negar es que se quieren. En realidad, todas las personas deberíamos saber dejar machar, y eso es lo que ha hecho Raúl con Claudia. Dejarla volar, porque eso es el amor. Ellos ya han ganado.
Menos acertado estuvo Manuel, que paseó su chulería y su altanería para despedirse por todo lo alto. Tampoco estuvo a la altura Lucía, incapaz de controlar su genio y sus malas formas demostrando en cualquier caso que no ha superado lo suyo con Manuel.
Pero los grandes vencedores de esta edición han sido Hugo y Lara. Aposté por ellos desde el principio, aunque debo reconocer que el carácter de Hugo me ha ido desencantando con el paso de las semanas. Lara ha conseguido superar las inseguridades con las que llegó a este concurso, y él, se ha dado cuenta por fin que tiene que madurar de una vez por todas. De lo contrario, perderá a la persona más importante para él en estos momentos. Es una lástima, pero no habrá más hogueras que nos muestren lo que pase a partir de ahora.
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