Ocurrió en la última recepción de los reyes con la prensa. La mascarilla otorga más protagonismo a las miradas y las de Felipe a su mujer eran tan tórridas como si estuvieran solos en el mundo. Hace unos años publiqué que el entonces príncipe estaba “encoñado” (con gran escándalo, por cierto). Acudo a la misma fuente, “¿sigue?”, “Sí, y cada vez más. Se han liberado de la sombra de los reyes, han matado metafóricamente al padre y se sienten ligeros y libres como nunca ¡si los vieras en la intimidad de su casa!”. Telefoneo, pregunto, anoto, indago… Letizia saborea sus últimos años de protagonismo, sabe que dentro de poco la sustituirán sus hijas en el interés de los periodistas. Reflexiono, descarto, esto sí, esto no, me falta este dato… Si no lo confirmo, fuera. Y me pongo a escribir el articulo que leerán ustedes (quizás Letizia también) esta semana.
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