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Venenos, excrementos, sangre… No, no se trata de ninguna poción mágica preparada en el caldero de unas brujas. Los elementos citados se emplean en belleza para lucir una piel más tersa, más rejuvenecida y frenar los signos del envejecimiento.
Debe de ser porque aún tenemos Halloween próximo, que he pensado que la mejor manera de daros la bienvenida a este blog, ‘Toques y retoques’ era hacerlo con los tratamientos ‘beauty’ más extraños, terroríficos y, en definitiva, frikis a los que se someten nuestros adorados famosos.
Sin más dilación, nos ponemos las batas de científicos chiflados y os pido que me acompañéis a repasar los 5 cuidados más desagradables.
- El vampiro. Este tratamiento, popularizado por Kim Kardashian, se basa en inyecciones de tu propia sangre por todo el rostro. Atentos que el procedimiento es el siguiente: te extraen sangre como cuando vas a donar, pero en esta ocasión, en lugar de que después te den un zumo para reponer energía, lo que hacen es cobrarte un pastón (1.500 euros la sesión). Una vez que te han sacado sangre, esta la llevan a un moderno aparato que separa las plaquetas de los eritrocitos, y será el plasma con plaquetas lo que de nuevo irá al rostro. ¿Y por qué hacerlo de este modo? Pues porque, según el inventor de esta técnica, las plaquetas consiguen que produzcamos más colágeno, lo que da como resultado una piel más elástica y rejuvenecida. ¿Te atreverías a una sesión de estas? Yo tampoco.
- Placenta por la cara. Lo sé, suena delicioso… Esta asquerosidad se lleva a cabo con placentas de animales como ovejas para realizar mascarillas que después usan mujeres como Jennifer López, Victoria Beckham u hombres como Harry Stiles. ¿Y por qué placenta? Por la cantidad de células madre que se encuentran en ella y que aplicadas directamente sobre el rostro tienen un efecto ultrahidratante y, el más importante de todos, promueven la producción de colágeno, por lo que quien lo usa después puede presumir de una piel mucho más tersa y firme. ¿Queréis que se os ponga el vello más de punta? Algunos doctores realizan estos tratamientos con placenta humana (pausa para la náusea) y de ella extraen un suero que es con el que después realizan las mascarillas.
- Veneno que no mata, sino que rejuvenece. Veneno de serpiente, de abeja… Parece que es el bótox de la naturaleza. Inyectado de manera correcta, duerme nervios y acaba con arrugas. Digamos que someterse a él no es como si te lamieran un par de gatitos. Este tratamiento duele. Y mucho, le dolerá a tu bolsillo y a tu cara, puesto que cada pinchacito son 145 euros, y, para que te hagas una idea, es como si te picara una abeja… ¡No veo el momento de realizarme uno!
- Excremento de pájaro. Esto sí que se merece un PUAJ bien gordo, dicho desde lo más profundo de nuestra alma. Resulta que las deposiciones de los ruiseñores (sí, tienen que ser expresamente las de estos pájaros, no valen las de las simples palomas) tienen multitud de aminoácidos que conforman lo que sería un ‘súperexcremento’. La industria de la belleza (la japonesa, en concreto) se dio cuenta de esto y decidió emplearlo en la elaboración de mascarillas y cremas. Victoria Beckham se sometió a un facial con este producto en Japón y quedó asombrada por lo bien que había quedado su piel, mucho más blanca, fina y sin manchas. Otro famoso que no le hace ascos a este cuidado es Tom Cruise.
- Babas de caracoles. En la teletienda hace unos años vendían unas cremas milagrosas que prometían devolver a nuestra piel la tersura que teníamos cuando cumplimos nuestro primer año de vida. Pues bien, antes de que estos tratamientos llegaran a la teletienda, los famosos llevaban usándolos desde hacía algún tiempo. En Hollywood se emplea para que estrellas como Katie Holmes luzcan pieles sin imperfecciones, cicatrices o manchas. Según los centros en los que se realizan estos cuidados, las babas de los caracoles tienen una elevada concentración de proteínas, ácido glicólico y elastina que funciona maravillosamente bien para tener una piel más hidratada, suave y sin marcas.