El calor hace que nos tiremos como locos a por las piscinas, playas, lagos y demás. Queremos refrescarnos, y, de paso, ligar bronce, porque parece no existir pecado mayor que el de volver de unas vacaciones con el mismo color con el que te marchaste.

Personalmente, soy de las que siguen los dictados de ‘Santa Alaska de todos los Marios Vaquerizos’: “No te expondrás al sol antes de las 7 de la tarde”. Me veo mejor con mi piel pálida 12 meses al año, pero reconozco que el moreno es de esas cosas que favorecen. Pero igual que favorece, puede resultar peligroso si no nos protegemos lo suficiente.

Desde hace 2 años Hugh Jackman lleva luchando contra un carcinoma basocelular en la nariz. Un cáncer de piel que le han extirpado hasta en 5 ocasiones, pero cuyas células cancerígenas se siguen reproduciendo. El australiano sabe que esta lucha será de por vida. Que la última vez que se enfrentó al cáncer de piel fue en febrero de este año, pero que puede volver a repetirse en el momento más insospechado. Jackman localiza sin problema el origen de esta enfermedad en su juventud, en Australia, cuando todo lo que hacía era ir a la playa, tomar el sol sin protección y disfrutar del mar. La piel se quemaba, se pelaba, se tostaba y se volvía a quemar. Y vuelta a empezar. Y aunque nos despellejemos como serpientes, tengo malas noticias para todo aquel que crea que al renovar la piel ponemos el contador a 0: las células cutáneas tienen memoria. Puede que no te lleves el susto este año, puede que tampoco dentro de 5. Pero todas ellas recuerdan los atracones de sol que te diste, sin protegerlas si quiera de los peligrosos rayos del sol.

Pero el caso de Hugh no es el único. Melanie Griffith también ha tenido que enfrentarse al diagnóstico médico de que poseía cáncer de piel. Fue en 2009, entonces la protagonista de ‘Armas de mujer’ se sometió a una cirugía por la que le extirparon varias capas cutáneas para frenar de todo el proceso cancerígeno, y, desde entonces, no ha tenido más sustos.

Las pieles blancas son especialmente propensas, puesto que su menor cantidad de melanina las hace estar más desprotegidas a la radiación solar. Así se explica que Nicole Kidman, que además es pelirroja y pecosa (más papeletas para esta desagradable lotería) alertó hace algún tiempo que tuvo que vérselas con un cáncer cutáneo en una de sus piernas. Los médicos le explicaron que el suyo había sido producto por tomar demasiado el sol en su niñez y juventud. Lo mismo que también le pasó a Elizabeth Taylor, que tuvo que lidiar con la misma clase de cáncer que afecta a Jackman, pero ella, en lugar de ser en la nariz fue en una de sus mejillas.

Además de usar cremas con un factor solar elevado, también conviene que te revises los lunares y manchas cutáneas con frecuencias. Si observas que alguno cambia de color o de forma, lo mejor que puedes hacer es acudir a tu médico y se lo hagas saber. Así descubrió Ewan McGregor que unos de sus lunares faciales se había malignizado, por lo que no quedó otra opción que operar y erradicarlo. Esto ocurrió en 2008 y desde entonces presta especial atención a sus revisiones cutáneas.

Este año, en lugar de pensar en ser los más rápidos de clavar la sombrilla en primera línea de playa, dediquemos ese tiempo a embadurnarnos de pies a cabeza con una crema con un SPF elevado, especialmente los primeros días de exposición al sol. Que si favorecedor es volver a la rutina con un moreno propio de concursante de ‘Supervivientes’, más favorecedor es hacerlo con una piel sana.

@conchiacl

proteccion solar
proteccion solar