Acné, rosácea, cicatrices donde unas semanas atrás una espinilla decía ‘aquí estoy yo’ de manera inesperada… Todo contra lo que muchos hemos luchado ahora es sinónimo de ‘cool’. Los granos están de última moda tal y como ha dispuesto la firma Moto Guo en su colección primavera-verano para el próximo año.
Las propuestas del diseñador de raíces orientales han quedado completamente eclipsadas por el maquillaje que lucieron sus modelos sobre la pasarela. Tanto ellas como ellos lucían orgullosos sus espinillas diseminadas por todo el rostro. Le maquillaje, realizado por la MUA Roberta Betti para MAC, reproducía a la perfección rostros adolescentes de esos a los que el dermatólogo recetaría Racoutan. Las rojeces han sido las protagonistas, mientras que los ojos y labios quedaban completamente en segundo plano, lo que importaba era mostrar una piel plagada de imperfecciones, las que siempre se tratan de ocultar en un mundo en el que la piel inmaculada parece que es lo único que vale.
¿Reivindicación, nueva moda o una maravillosa estrategia de marketing? Podría ser una combinación de las tres. Nos gusta pensar que Moto Guo denuncia esa falsa perfección que se consigue a través del maquillaje, y buscar justamente el efecto contrario, dar visibilidad a un problema en la piel que a pocos le será ajeno. Por otro lado, también ha servido de trampolín a la firma. Ahora se está hablando más que nunca de ella, y curiosamente, en lugar de destacar sus diseños, los medios especializados solo mencionan el maquillaje tan original de los maniquíes. Ya sabéis, no hay publicidad mala.
¿Llegaremos a ver a gente con granos dibujados por la calle? Permitidme que lo dude, pero yo, en cuestiones de belleza, he empezado a creerme cualquier cosa, como las mujeres afeitándose para tener un cutis más luminoso, los y las que se pintan pequitas por el rostro (antes, igual que con el acné, estas preciosas marcas se trataban de ocultar) o los que han llegado a ver en los brackets o aparatos dentales, nuevos fetiches ‘beauties’. ¿Verdad que cuando llevabas ‘los hierros’ en la boca jamás habrías creído que alguien con los dientes bien se los pondría por gusto? Pues sí, en su día, David Delfín los llevó con el único propósito de provocarse un diastema, ya sabéis el hueco entre paletas que tienen Madonna o Vanessa Paradis. Ah, y ahora que lo menciono, esta separación seguro que también les valió numerosas críticas a quienes la tienen de manera natural, pero hace unos años se puso de moda, y lo que abundaban en las pasarelas y en las editoriales eran modelos con este espacio.
Esto solo pone de manifiesto una cosa: aquello que hemos considerado un defecto, el día de mañana se puede convertir en nuestro principal atractivo. Solo tenemos que esperar a que llegue su turno en la voluble industria de la moda. Y si no llega, hagamos nosotros que sea tendencia, porque quererse nunca caduca.