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La amistad no se compra con bonos de vacaciones al Caribe con el Curro de turno, con pulsera de todo incluido para soportarte y aguantarte, sin derecho de réplica a tus monólogos de ‘yoismo’. Sin embargo, quienes son capaces de dar un punto de vista contrario a tus pensamientos son desterrados y criticados inhumanamente con un desprecio que solo tú sabes mostrar.
Te da igual incluso si por las venas les corre tu misma sangre. Horrible. No correspondes a quienes se preocupan por ti. Hasta el punto de que ha habido quien ha salido de su casa dejando allí a su familia, se ha hecho un montón de kilómetros en varios tipos de transportes públicos para llegar a tu casa y tú no has sido capaz ni de abrirle la puerta ni de cogerle el teléfono. En ese momento decías estar durmiendo la siesta con tu consorte y que te molestaba la visita de una amiga.