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Al parecer han debido de enviar las demandas interpuestas contra mí a la redacción de una revista, porque esta ha sido la que ha dado la información en su portada. De momento, en mi domicilio familiar y fiscal el cartero no ha entregado nada, aunque la monarca y los enterados de turno se empeñen en confirmar que sí. Un discurso absurdo donde los haya, porque el primer interesado en saber de qué se le acusa es uno mismo.
Del contenido del reportaje que publicó la revista fui conocedor mucho antes gracias a una llamada telefónica que recibí. Así que seguimos teniendo topos en el jardín que nos pasan prácticamente a diario el parte de tus estrategias judiciales. Así justificas tu sueldo: calentando un tema que has mediatizado desde el primer minuto.