Los novios tenían preparado un viaje de despedida de solteros al Caribe. En atención al atentado del 11 de marzo en Atocha –el más atroz de nuestra historia–, se comunicó que lo habían anulado. Pero, quince días después, una agencia extranjera se hizo eco de que “en Miami, Felipe de Borbón y su prometida Letizia Ortiz, que procedían de Bahamas, donde habían estado de vacaciones con un grupo de amigos y cuatro guardaespaldas, tuvieron un incidente en el aeropuerto por entender que los controles sobre sus maletas eran excesivos”. Aquí se publicó simplemente la noticia, y, por respeto al momento de luto que se vivía, no hubo comentarios.