No suelo hacerlo, imagino que ya estaría loca de atar si lo hiciera habitualmente, hablo de meterme en Internet para ver lo que se dice de mí. Anoche lo hice, y os puedo asegurar que no he podido dormir. Pero eso no tiene importancia para muchos, lo importante es la libertad de expresión, si se miente y con ello se hace un daño terrible… es lo de menos.
Ayer fue un día extraño, a veces siento que me miran como a un bicho raro y puedo llegar a entenderlo si la gente lee lo que yo leí anoche. Todo el mundo sabe que entre el padre de mis hijos y yo las cosas están bastante claras y como eso ya no da morbo, ahora lo que se busca es indagar en mi vida amorosa.
Entre las ‘lindezas’ que me encontré en la red, ésta se lleva la palma: “después de sus constantes idas y venidas con hombres de todas las razas y edades…” ¡Con hombres de todas las razas y edades! Es como de risa. No tengo porqué dar explicaciones sobre con cuántos hombres me ha acostado y entiendo que mi vida fuera de lo ‘normal’ despierte interés pero de ahí a que no me afecten los titulares falsos hay un abismo. Os aseguro que si se supiera la verdad sobre el número de hombres con los que me he acostado no me tildarían de ninfómana o adicta al sexo, más bien de todo lo contrario pero insisto, a nadie le importa.
Hace no mucho, en un juicio contra una publicación que hablaba de mí, en la sentencia, el fiscal decía que yo NO había demostrado daños morales. ¡Vaya por Dios! No me quedé en casa encerrada y seguí intentando vivir mi vida.
Por ahora no creo que de el gusto a nadie y demuestre daños morales. He pasado una noche sin dormir, con un ataque de ansiedad pero no me tomaré una caja de pastillas ni me quedaré en mi casa llorando… sigo siendo fuerte y con muchas cosas por las que luchar, así que, por mí, que sigan mintiendo.