Actualizado a
Empiezo mi segunda semana de aislamiento y la verdad es que no lo estoy llevando mal. Al principio, tengo que reconocer que entré un poco en pánico por la situación, pero he decidido tomármelo con calma y disfrutar de las cosas que antes no hacía por las prisas. Hago el confinamiento por seguir el protocolo que nos recomiendan –por edad, puedo tener más riesgo– pero sobre todo para proteger a mi familia. Si yo me infectara, para mí sería menos problemático que para ellos. Alba está cuidando de los niños y eso le hace estar todo el día ocupada pero sin tensión. Si yo cayera enferma, le provocaría un colapso innecesario. Así que... me he dado un tiempo hasta que esto pase.