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Parece que el confinamiento está abriendo puertas y lo importante es presumir de que lo hemos conseguido nosotros, los que hemos seguido las indicaciones del Gobierno, los que nos hemos sacrificado sin ver a nuestras familias ni amigos, los que no nos hemos ido a las casas con piscinas de nadie porque era más seguro quedarnos en las nuestras.
Por eso, cada día estoy más orgullosa de lo que hago. Hoy me pedía el cuerpo esta protesta. La semana que viene volveremos a la normalidad. Es decir, a la gente que expone su vida pero que cuidan con esmero de la de los demás en estado de alarma. Y yo me incluyo. A los Merlos, Seguí y compañía... que sus partidos les bendigan.