Actualizado a
Es increíble que la historia de amor/desamor de mi compañera Belén con el torero de Ubrique siga teniendo interés después de casi 20 años. Los vericuetos emocionales siempre atrapan a la gente.
No es fácil llegar a la meta
Cualquier conflicto nos hace participar activamente, porque en alguno de ellos nos vemos identificados. La obsesión de Julio Ruz por María Jesús no es más que un instinto de posesión por algo que es difícil conseguir. El encadenamiento de esta por Gil Silgado es una trampa que se hace a sí misma, que piensa que no podrá tener nada mejor. Suescun y Albalá son dos personajes moldeados con tierra blanda y un entorno que, no solo no les avisa de que la vida les puede triturar sin que ellos se den cuenta, sino que les anima a ser alguien de la nada. Pocos lo consiguen. Por eso me gusta la Esteban. Saltar charcos y evitar pantanos hasta llegar a la línea de meta no es fácil. He visto muchos ganadores perdiendo. Y también perdedores recuperándose y señalando la meta con firmeza. Ahora que se está contando de nuevo la historia de Belén y Jesulín, aunque no lo parezca, tenemos ganador.
Belén siempre sale ilesa
Belén ha dado muchos vaivenes para ganarse la vida y ejecutar su venganza. No es fácil salir ilesa cuando estás continuamente saltando por aros de fuego. Pero ella lo hace. Levantarse de los fracasos te da una victoria que no trae con ella ni la soberbia ni la vanidad. Solo la tranquilidad de la batalla ganada. Yo solo espero que, a pesar de que vuelva a revivir la historia, reflexione en lo bueno que ha sido para ella vivirla. Ahora tiene un presente que la está llevando a un futuro tranquilo. Ha tenido suerte.