No te creas las mentiras de otras mujeres “más experimentadas” que tú, sobre todo las del tipo: “Todos los hombres son iguales”. Sólo CASI TODOS son iguales… Pero eso no es un problema, sino más bien una ventaja porque, en algunos aspectos, pueden ser deliciosamente previsibles.

Lo primero que tienes que quitarte de la cabeza, si has tenido una mala experiencia y te han roto el corazón, es que no merece la pena enamorarse y a ti nunca más te va a pasar. Nada de eso. El enamoramiento es el estado perfecto… Aunque se puede sufrir mucho esperando una llamada que no llega a tiempo o intentando averiguar si él está tan loco por ti como tú por él. Hay formas de saberlo, y todas ellas pasan por no engañarte a ti misma… Vamos a ver si nos enteramos de una vez: un hombre nunca pierde el teléfono de una mujer que le interesa. NUNCA. Por tanto, si no llama, es que no quiere hacerlo, no le des más vueltas. Y si le llamas tú, lo único que conseguirás es una evasiva, una cita a regañadientes o que piense que estás loca por él, lo cual es cierto pero, tácticamente, a esas alturas de la relación no te interesa en absoluto.

Tampoco pienses que llamándole cuatro veces el mismo día demuestras que eres una mujer con iniciativa, al contrario, lo que le estás mostrando es ansiedad… Y esa no es una buena imagen para ti. Reprímete a la hora de llamarlo, aunque tengas que morderte los dedos… En estos casos, menos es más.

Y, por otro lado, aprende a disfrutar la zozobra que experimentan los más locos amantes: hay un placer agridulce en pensar que él te ha olvidado o no tiene ganas de verte o que no piensa en ti… Sobre todo, si eso ocurre cuando hace media hora que has colgado el teléfono después de estar una hora hablando con él, o diez minutos después de despediros tras haber pasado una noche loca de amor y pasión o una tierna velada de confidencias.

La canción dice que “puedes saber si un hombre te quiere por sus besos” (It’s in his kiss, versionada por última vez por Cher). Cierto, pero también por sus ojos: no hay nada más explícito que ese brillo especial que hasta hace que los ojos cambien de color…

Pero si no estás enamorada ni quieres enamorarte y lo que quieres es pasar un rato divertido, llámalo sin dudar. Sé pícara y seguro que conseguirás una cita divertida y sin problemas.

Una de tus mejores bazas, tanto para interesarle en serio como para que caiga en tus redes exclusivamente durante una noche, es envolverte de misterio y generar en él el deseo irresistible de querer verte. Recuerda a Scherezade, que siempre dejaba las historias a medias para interesar al califa. Puedes hacer algo similar insinuando algo y dejándolo en el aire con un travieso: “Pero esto ya te lo contaré más adelante”; o un despreocupado pero no menos juguetón: “Esto tendrá que esperar a la próxima vez que nos veamos”; o algo así como “Todo a su tiempo, no seas impaciente” seguido de un guiño de ojo. La sonrisa es la clave para llegar a él. Recuerda que, tanto hombres como mujeres, lo que más valoran del otro sexo es… EL SENTIDO DEL HUMOR. Hazle reír y será tuyo. Aprende a provocarle y será tuyo.

Eso sí, olvida esa actitud de “todos son unos miserables” porque lo único que haces es colocarte en el papel de víctima. Reserva esa frase para cuando quieras reírte y destriparles con un puñado de amigas, pero no vivas de acuerdo con ella. Lleva las riendas de tu vida: ellos harán contigo lo que tú quieras que hagan, por lo tanto, toma la delantera y decide tú el rumbo que quieres que tome la relación… Sé mala, sé traviesa, ocupa su mente con tu cuerpo, haz que te deseen, haz que te persigan, haz que crean que les haces un favor por concederles un minuto de tu tiempo y muéstrate (casi) tal como eres cuando tengas una cita: natural y divertida, segura de ti misma… Diviértete con ellos y los tendrás a tus pies. Y no te pongas límites, puede que hayas decidido no enamorarte y ser una chica muy mala y partirles el corazón, pero si encuentras alguien que valga la pena, ¿por qué te vas a negar ese gusto? Sé cambiante, sé flexible… Quizás tengas también muy claro que no debes liarte con un hombre casado, pero… ¿qué hacer con ese cuarentón tan apetecible? Si te apetece, ve a por él, pero ten claro que vas a ser la otra –que, por otra parte, puede ser un estado muy cómodo. Y si vuelves a cambiar de opinión y quieres cazarlo: ¡hazlo!

Y por cierto, cuando menos os lo esperas aparece esa persona que te cambia la vida, que hace que las borrascas sean anticiclones y que todo lo pasado merezca la pena.

Eso si­, cuando esa persona esté en vuestra vida mantened la magia, que esa llama nunca se apague, porque lo peor que puede pasar se llama RUTINA. Id de viaje, una cena sin los niños, baño romántico, id a un sex shop... IMPROVISAD!!! No es nada malo ir a una tienda erótica, parece que esta palabra todavía es tabú en esta sociedad, podéis encontrar desde incienso, aceites, velas, antifaces...

Aquí­ os dejo lo que me he comprado en mi tienda favorita de Barcelona Love Sexing (y tengo que confesaros que la de much@s famos@s jajajaja) y si aún os da reparo siempre podéis hacer un pedido online pero espero que algún día nos crucemos por allí­!!!

Recordad sentido del humor + amor es la mezcla perfecta.

Gracias a www.lovesexing.com