El fin de semana pasado fue de auténtico infarto para Kiko y para mí. En apenas tres días hicimos muchísimos kilómetros. El viernes estuvimos de bolo en la sala Collins, en Lleida. De allí partimos a Navarra también para trabajar y el sábado, a las 5 de la madrugada, cogimos un coche para viajar hasta Barcelona donde Kiko participaba en el partido benéfico ‘Famosos vs Famosos’, que recaudaba fondos para la Marató de TV3.

La Marató es una iniciativa que se hace en la televisión catalana desde hace 25 años. Este año estaba dedicada a los ictus y las enfermedades medulares. Afortunadamente, yo no he tenido a nadie cercano que haya padecido ninguna de estas enfermedades, pero la madre de Kiko sufría micro infartos cerebrales, así que para nosotros fue muy bonito poder poner nuestro granito de arena en una causa que recauda fondos para la investigación y el tratamiento de estas dolencias.

Llegamos a Barcelona el sábado a las 9 de la mañana, desayunamos y nos fuimos directos al Miniestadi del Camp Nou. Kiko jugó el partido habiendo dormido apenas tres horas. Yo pensaba que Kiko lo iba a pasar peor porque todo el mundo sabe que es un madridista redomado, estaba en campo contrario y le ha dado mucha caña al Barça siempre en la tele, pero nos trataron muy bien y fueron súper hospitalarios.

En los dos equipos estaban los jugadores del Barça Puyol y Éric Abidal, el piloto Marc Màrquez, Julio Salinas, Sergio González –que es técnico de la Selección Catalana– , Pol Espargaró, el extentrenador de la Selección Española Javier Clemente y Josep María Minguella, el descubridor de Messi. Quedaron 3-3 pero Kiko no dio bola. Yo estuve como espectadora desde las gradas. Tenía al lado al hijo mayor de Shakira, Milán, que es un niño guapísimo, y a Vanesa Lorenzo, la mujer de Puyol, con todos sus hijos. Me sentía un poco intrusa porque yo estoy acostumbrada a estar con las mujeres del Real Madrid, pero como nos trataron tan bien, nos hicieron sentir como en casa.

Al acabar el partido nos llevaron a comer a un sitio fantástico que recomiendo a todo el mundo que esté en Barcelona: Can Xurrades, un restaurante especializado en carnes a la brasa –en la calle Casanova 212– y que me sorprendió porque las brasas para hacerte la comida están en la propia mesa. ¡No lo había visto nunca! Después de comer, fuimos a dar una vuelta por el Passeig de Gràcia, que estaba precioso con la decoración navideña, y por la tarde fuimos al Camp Nou a ver el derbi Espanyol-Barça. Nosotros íbamos con el Espanyol pero ganó el F.C Barcelona.

Como os he dicho más arriba, fue un fin de semana de vértigo. La Marató recaudó 8.490.607 euros, así que saber que pudimos colaborar en algo así hizo que todo el esfuerzo mereciera la pena.