Que sí. Que no. Que sí. Pero va a ser que no. Os lo dice un humilde servidor. La presencia (o ausencia) de Álex Lequio en el evento que organiza esta noche la agencia de comunicación del joven ha estado de lo más debatida en los últimos días. Mientras que esta misma mañana la propia agencia, Polar Marketing, confirmaba a este bloguero que estarían en el evento tanto el joven como su padre, a mis oídos llegaba todo lo contrario. En otro punto de Madrid, el padre del emprendedor aseguraba todo lo contrario: Álex no acudiría a la fiesta y sería él quien le representaría. ¿Qué está pasando?
Si hacemos caso al padre del hijo de Ana Obgregón, Álex no ha viajado de Nueva York, donde llegó hace 3 meses y está recibiendo tratamiento, a Madrid, aunque sus propios socios se empeñen en negarnos lo contrario y confirmarnos que sí que presenciará esta inauguración del mundo del franquiciado gastronómico oriental.
Quien escribe estas líneas ha sido testigo del caos informativo que ha supuesto este evento. Desde que se anunció hace una semana, los datos no han parado de contradecirse. La agencia decía una cosa, la familia del joven otra. Mientras que de un lado llegaba una noticia, del otro llegaba su negación. Pero el colmo ha tenido lugar esta mañana cuando estaba escuchando dos versiones que NADA tenían que ver. Este comportamiento me lleva a preguntarme, ¿ha estado jugando la propia empresa de Álex con la expectación levantada entorno al joven para asegurarse una buena cobertura de medios? ¿Han cebado su presencia aún sabiendo que no asistiría en persona?
Desde su marcha a Estados Unidos, ni Álex ni Ana Obregón se han prodigado por las redes donde antes eran tan activos. El veinteañero solo rompió su silencio la semana pasada para confirmar cuál era la dirección correcta de la inauguración. A través de un stories. Y, sí, habéis imaginado bien, en ningún momento confirmó su presencia, como sí llevan haciendo sus propios socios desde la semana pasada.
Qué queréis que os diga, pero tras lo que he vivido esta mañana a mí se me ha atragantado el sushi.