Hace años, bastantes, me hice una fotografía muy absurda: tenía el pelo más o menos largo y me puse una cinta en plan moderno. De verdad que no recuerdo haberla subido a las redes. Sí que la envié a varios amigos para descojonarnos un rato.

No sé por qué extraña razón esa fotografía llega a un medio digital, la publica como si me la hubiese hecho ayer mismo y otros medios la recogen con titulares como los que siguen. Atención. Abc.es: “Abuchean a Jorge Javier Vázquez por publicar una foto sin maquillar que asusta más que Belén Esteban”; El Comercio Digital y Mujerhoy.com: “Criticas a Jorge Javier Vázquez tras publicar una foto sin maquillaje”.

Subo una fotografía junto a Mónica Naranjo recién terminada la función del estreno. Ahí va El Español: “Jorge Javier Vázquez estrena cara en Barcelona”. Como parece que la cosa funciona los medios se van animando y continúan con el rollo. Mundo Depotivo: “¿Qué se ha hecho en la cara Jorge Javier Vázquez?”. Insiste el ABC (que parece que no me tiene mucho aprecio): “La polémica operación de estética de Jorge Javier Vázquez” y para reafirmar su titular lo remata con una opinión recogida en las redes. O sea todo muy profesional: “Si sigues así no te vas a reconocer ni tú”. Escribe el citado medio: “Sin arrugas en la frente, ni bolsas en los ojos e incluso con unos pómulos más marcados”, dando por supuesto que me he operado.

En fin, que después de dejar pasar un tiempo prudencial –en el que ningún medio me ha llamado para preguntarme si he pasado o no por el quirófano, todo sea dicho- es hora de resolver el enigma. El hecho de que salga así de frondoso es gracias a mi maquillador Alberto Dugarte, que trabaja como los ángeles y me retoca la cara con sus manitas y sus pinceles. Si algunos me ven raro en la fotografía no es culpa suya, es debido a mi pereza. Al finalizar la función tendría que quitarme el maquillaje porque el que se utiliza para teatro queda muy raro en las fotos. No lo hago y pasa lo que pasa pero bueno, tampoco es una polémica que me quite el sueño. Es más, es de las que me divierten e incluso las que contribuyen a forjar la trayectoria de una estrella.

Hoy es domingo y esta tarde tengo doble función en Vitoria Gasteiz. Le he dicho a Alberto que se traiga un aro de luz –magia pura- y me haga una fotografía en perfecto estado de revista y con la iluminación adecuada para que el mundo entero vea lo buenorro que me deja cada vez que maquea. Con mis retoques por aquí y por allá. De cerca puede que asuste, claro, pero en el patio de butacas me confunden con Kortajarena.