¡Hola, amigos! Hoy os quiero contar que estoy sorprendida de lo inteligentes que pueden llegar a ser nuestros pequeños y lo rápido que aprenden algunas cosas.
En este caso me parece increíble como mi hijo ha conseguido aprender la mecánica de cepillarse los dientes cuando termina de comer algo.

Como todos sabemos, la higiene en los niños es algo que tenemos que cuidar mucho. Es importante que desde que tienen los primeros dientes se les acostumbre a cepillarlos todas las noches ya que a veces pecamos de darles alguna que otra chuche sin saber que se acumula mucha azúcar en los dientes de leche.

Hay varios tipos de cepillos. Yo le compre un kit en el que hay para cuando tiene meses (es como de goma), después para el año (empieza a tener los primeros dientes) y finalmente el cepillo que todos conocemos pero en tamaño mini. Al principio les hará gracia incluso intentarán jugar con él y, sobre todo, con una cosa en concreto, la pasta dental. Eso es para ellos una diversión que si te descuidas te pondrán el baño perdido, como en mi caso que ha sido una trastada bastante recurrente.

Pero como todo en la vida, cuando lo ves como algo divertido lo haces continuamente, sin embargo, cuando lo ves como una obligación cuesta más. Es por eso por lo que hay que ponerle mucho empeño, explicarles bien como deben hacerlo y al principio recomiendo no utilizar pasta dental por si se la tragan o te piden "más" como dice mi hijo Alberto.

Es importante que no les deis chuches por dar, sino en cumpleaños o en ocasiones puntuales para premiarlos de vez en cuando (si se acostumbran a esto último harán lo que sea esperando a algo). Por ejemplo en mi post anterior os dije que podías consentirlo un poco cuando lograse ir al baño solito.

Bueno, espero que lo pongáis en práctica, yo es que tuve a Dulce que es maniática de la higiene y limpieza y aprendí rápido jajaja.