Yo también tengo miedo. No quiero pero lo tengo. Hago como que todo continúa, como que la vida sigue, porque sí, efectivamente, sigue, pero tengo miedo. Tengo miedo de salir a la calle y cruzarme con un grupo que me mire demasiado. Tengo miedo de que me acorralen en un portal, me den un empujón y, con suerte, solo me partan la cara. Tengo miedo como he tenido muchas veces volviendo a casa de noche. Ahora lo tengo de día, al esperar el bus para ir a trabajar, al volver del supermercado, al quedar con amigos. No es fácil vivir en una ciudad donde día sí, día también vemos agresiones al colectivo LGTBI y pensar que hoy no te ha tocado a ti pero mañana quien sabe. Por eso es importante que quien ostenta una posición de relevancia, quien tiene un altavoz delante, quien tiene la capacidad de hacer llegar un mensaje, levante la voz y hable alto y claro. Por eso es importante el mensaje que Jorge Javier ha dado en 'Sálvame'. Porque en un momento donde los silencios son abrumadores, toca hablar más que nunca.
No creo que fuese el único que se sintió reconfortado por las palabras que el presentador dedicó en directo tras conocer la terrible noticia de la última agresión ocurrida en Malasaña, en el centro de Madrid. “Por primera vez en mi vida no me siento seguro. A mis 51 años jamás pensé que iba a vivir intranquilo por ser gay. El vivir intranquilo es la antesala a vivir con miedo y yo no quiero vivir con miedo”. De nuevo, ese nudo en la garganta. Esa sensación de abandono, de impotencia, de incomprensión. El mirar a otro lado, el dejar que corra el agua porque esto a mí no me afecta, esta no es mi lucha. Yo tampoco quiero vivir con miedo y lo tengo. Y no solo lo tengo, es que además se me ignora, se me cuestiona y se me menosprecia. Si alguien es incapaz de condenar esta salvajada, ¿cómo va a protegerme? ¿Cómo va a velar por mi integridad? Qué mayor dolor que sentirse, una vez más, ciudadano de segunda.
Hoy, alguien mucho más joven que yo, que tampoco es tan complicado, ha escuchado a Jorge Javier y se ha sentido comprendido. Ha visto que no es el único que tiene miedo, que no pasa nada por tenerlo y expresarlo, que las cosas se han puesto feas, sí, pero que aquí estamos todos para ayudarnos. Qué importantes son los referentes y qué importante es que hablen claro. Porque de nada vale tener un altavoz y no utilizarlo. Seguramente hay mucha gente que mira 'Sálvame' con recelo. Que desconfía, que critica, que desearía que nunca más volviese a aparecer en televisión. Y sus razones tendrán, tampoco vamos a obviarlas. Pero esto es, sinceramente, lo que espero de un programa de televisión que coge el pulso de la actualidad, que se implica y se posiciona, que no se amedrenta, que aporta y defiende. No es el único, ojo. A lo largo de los últimos meses han sido muchos los rostros mediáticos que han dado un paso al frente. Porque esto, aunque cueste comprenderlo, es una cuestión de todos.
No sé qué va a pasar en el futuro. No sé, desgraciadamente, si estaremos aquí para contarlo. Suena tremendista pero es la realidad. Hemos dejado sembrar una semilla que ha cogido fuerza. Hemos naturalizado y edulcorado discursos que han abierto la puerta a las agresiones. Tal vez hemos sido demasiado ilusos, tal vez nos hemos centrado en las conquistas sin darnos cuenta que todo puede perderse en un segundo. Vienen tiempos oscuros pero nos pillan fuertes para lucharlos. Que lo tengan claro. No vamos a vivir con miedo.