Tampoco es que Carolina Sobe tuviera muchas posibilidades de quedarse en la casa anoche. La ‘asesina del confesionario’ continúa imbatible pese a que el resto de habitantes de la casa no entiende nada de lo que está pasando. ¿Cómo puede María Jesús tener a toda la audiencia engatusada? Tal vez más que luchar contra lo imposible, deberían trata de entenderlo y aprovechar el juego a su favor. Claro que también podrían unir fuerzas para librarnos del tormento de Juan Miguel y su imcomprensible salvación y ahí están, viendo los votos pasar.
María Jesús ha logrado, casi sin pretenderlo -también sin evitarlo- hacerse la Miriam Saavedra de la casa. Una Miriam de garrafón, versión low cost de la princesa inca. La infanta de Andújar. Convertirse en el centro de todas las críticas, odios y desprecios de sus compañeros siempre es un punto a tu favor. Y María Jesús ha lidiado en peores sitios que GH DUO. Acostumbrada al espectáculo, lo ha dado todo. Y lo ¿mejor?, le ha funcionado. Los pobres se dejan llevar por los aplausos y abucheos cuando ha quedado claro con las expulsiones de Antonio y Carolina que no sirven para nada.
María Jesús es falsa, exagerada, mentirosilla, teatrera y, sí, puede que acabe llevándose el maletín. Y bien merecido estaría. Claro que Alejandro y su victimismo forzadísimo andan pisándole los talones., Viéndole aprovechar el directo para marcar distancia con Sofía voz en grito hace que ya echemos un poco de menos los shows de la Sobe. Al menos, Carolina conseguía divertirnos un rato. Ahora, ¿qué nos queda? ¿El gracejo escacharante de Irene? La mujer de Kiko sigue en la casa, por si alguien se había despistado.
La infanta de Andújar -a ver si repitiéndolo consigo que sea tendencia, como la Lady Gaga de Bormujos- merece un reality para ella sola. Y una novela, una película y una serie de Netflix. Ex Miss España, inventora del edredoning y femme fatale sin mucha suerte. Su ‘me arrechicuelo’ a Eva González, sus líos con Gil Silgado, la llegada de Julio Ruz y el papel de su madre, la Juani, meciendo la cuna. Ahí hay un Goya que nadie ha visto venir todavía.
Llegados a este punto ya no sé ni quién puede acabar ganando el concurso. Puede que Irene, puede que Alejandro. Igual se destapa Sofía y se lleva el triplete -lo tiene difícil-. Pero como nos despistemos, se lo acaba llevando Juan Miguel a Castellón. Y hay cosas que, la verdad, no nos podemos permitir.