En el ajedrez basta con que un peón logre llegar a la última fila para poder convertirse en cualquier otra pieza. Es lo que se llama coronación, lo cual posibilita que haya más de dos reinas en el tablero. También en ‘Gran Hermano’ puede haber más de dos reinas: para ello hace falta coronarse, y en esta edición eso no ha pasado.
Así fue su redención
Solo hay dos reinas: Adara y Mila. Ninguna otra concursante ha llegado al final de la partida con semejante lustre y realce. Les viene la gloria por caminos diferentes. Adara estuvo en una edición de anónimos en que no logró superar su séptima nominación ante un rival anodino. La temida Mila, encarnación femenina del mal en las tardes de Telecinco, es la sempiterna colaboradora en programas de relumbrón. Pero ahora todo es diferente. Adara tiene legión de seguidores y sí ha superado su séptima nominación, contra Antonio David, que pasó de gran esperanza blanca a monumental decepción.
Del otro lado, muy lejos del eje del mal, Mila apenas pasa de ser una malhumorada cascarrabias. Noemí se desacreditaba y perdía toda opción poniendo vinagre al zumo y sal al café. Estela perdió hace tiempo el fulgor proporcionado por su peligrosa relación con Kiko, tras lo cual no ha hecho otra cosa que ir dando bandazos. Alba fue quien más cerca estuvo de culminar tras su fatal comienzo, con Jorge Javier como providencial salvador y la cama como su absoluta perdición.
Así las cosas, el premio solo parece estar a disposición de Adara o Mila. La gran pregunta es cuál de las dos se llevará el maletín. Para unos lo merece Adara por ser la gran protagonista, aunque lo fue este último mes y no los cincuenta días anteriores. Otros defienden a Mila porque siempre fue la misma y nunca dijo una cosa o la contraria dependiendo de quién la estuviera escuchando. Contra Adara, sus deslealtades. Contra Mila, que tenga el apoyo del poderoso. ¿Por qué no le dan el premio a la flor del jardín?.