En verano tomamos consciencia de lo dañino que es el sol para nuestra piel, y la importancia de aplicarnos protección a diario, sobre todo si pensamos ir a la playa. Pero, se nos olvida que la época de invierno también es crucial para ella. Siempre se ha repetido lo esencial que es un buen protector solar si vas de viaje a la nieve, pero la mayoría desconoce las razones.
Para empezar, la nieve crea un efecto espejo que refleja el 80% de los rayos ultravioletas y la acción del frío y el viento sobre la piel la resecan fácilmente volviéndola más frágil y susceptible de sufrir quemaduras. Por eso, protegerse de forma adecuada no es una opción sino una obligación.
Y te damos tres consejos sobre ello:
Preparación previa
El sol no es el único agente externo que reseca la piel. El frío y el viento también suponen una amenaza en toda regla y fragilizan la piel haciéndola más susceptible a las quemaduras solares. La humedad de la playa te exime de su uso, pero en la nieve, es fundamental aplicar una buena crema hidratante antes del fotoprotector.
Con premeditación, por favor
Si lo haces en la playa, ¿por qué no ahora? El protector solar debe extenderse media hora antes de enfrentarse a los rayos solares, y con mayor motivo si se practica deporte porque el sudor puede disminuir su eficacia. Es la única forma de asegurar una pprotección activa al 100%.
Constancia
Hay que repetir la aplicación cada dos horas e intensificar las medidas de protección solar conforme se va acercando el mediodía, puesto que la indicencia del sol es más directa.
Y, por supuesto, saber escoger un producto de calidad para esos días que estás más expuesta al sol:
Farma Dorsch
Comprar
(31 euros), de Farma Dorsch
ISDIN
Comprar
(22,55 euros), de ISDIN
Avène
Comprar
(17,67 euros), de Avène