Las fiestas de Navidad ya están casi aquí, y con ellas está la necesidad de verse perfecta en todas esas ocasiones especiales donde sobran motivos para celebrar, y ya de paso, arreglarse más de la cuenta. Las lentejuelas, los brillos, y los maquillajes de fantasía están a la orden del día, es la época perfecta para probar con propuestas más arriesgadas de lo común. Pero, para ello, tenemos que tener nuestra piel muy preparada, para que aguante y no sufra. Y si hay un aliado perfecto para eso, esa es la mascarilla. Este producto proporciona una solución a larga duración, y te damos las 4 razones más importantes:
No resecan la piel
A diferencia de las ampollas, y los productos de efecto flash que si resecan la piel y producen tirantez por su composición, la mascarilla la hidrata
Tienen múltiples beneficios
No subestimes el poder de una mascarilla pro luminosidad, tensora o antifatiga a la hora de iluminar la piel, reafirmar los rasgos y borrar las huellas del cansancio. Sus fórmulas a base de activos superconcentrados aportan mucho más que una crema de tratamiento, consiguiendo además, efectos inmediatos.
Relax por partida doble
Una de las mejores opciones para estas Navidades es combinar esta mascarilla con un relajante baño, de este modo bajan las pulsaciones del corazón, la musculatura se relaja y la piel del rostro se vuelve más receptiva y absorbe mejor los activos cosméticos, multiplicando sus beneficios.
Resultados de larga duración
El efecto que producen las ampollas es inmediato, pero también efímero. Las mascarillas, en cambio, actúan a largo plazo transformando la piel en profundidad y sin fecha de caducidad.
Te traemos la selección perfecta para que encuentras tu producto según las necesidades de tu piel: