Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

 

En su segundo trimestre de embarazo, Kate Middleton ha viajado hasta la isla de Mustique en el mar Caribe para disfrutar de unos días de descanso con su familia, su marido, y, por supuesto, el pequeño George.

 

Aprovechando que aún está ágil y que el embarazo ya no es tan molesto como lo fue al principio, la duquesa ha querido dedicarse unos días de diversión y de descanso al lado del mar. Nada de trabajo y nada de formalismos propios de su título nobiliario.

 

En Mustique los Middleton han disfrutado de las transparentes aguas del mar Caribe, donde, según dicen quienes han sido testigos de estas exclusivas vacaciones, George se ha familiarizado con el mar y ha comenzado a aprender a nadar, eso sí, en la piscina infantil.

 

Al igual que los padres de Kate, la tía Pippa también ha estado presente en estas breves vacaciones que han durado poco más de una semana. James, hermano de la duquesa, también ha estado presente en esta escapada familiar de los Middleton en la que se han podido ver en traje de baño tanto al príncipe Guillermo como a su cuñada disfrutando del mar y de la playa.

 

Durante estos días, la familia se ha alojado en Aurora, una lujosa casa con 5 dormitorios que les habría costado unos 26.000 dólares a la semana.

 

Ahora los duques ya están de vuelta en Londres. Volaron de noche para que el viaje no trastornara demasiado al pequeño, al que se vio cogiendo el avión vistiendo un coqueto pijama de rayas.

 

Kate, que está embarazada de 7 meses, en ningún momento ha hablado del sexo del bebé que está esperando, aunque se ha hablado de que sería una niña. Lo que sí ha revelado es que el bebé no para de darle pataditas, y lo nota muy activo en su vientre. Su nacimiento se producirá en abril, con la primavera ya entrada, como bien anunció la casa real británica a través de un comunicado.