Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

 

Seis años sin coincidir se dice pronto. Seis años evitándose, tratando de no alimentar el morbo que supone tener en una misma alfombra roja a la ex más famosa, con la esposa más célebre. Jennifer Aniston y Angelina Jolie se midieron en un duelo de glamour que han tratado de impedir durante mucho tiempo pero que finalmente se llevó a cabo la noche del jueves 15 en los premios de la Crítica hollywoodiense.

 

Ninguna de la dos estaba dispuesta a dar su brazo a torcer. La de ‘Friends’ estaba nominada a mejor actriz por su papel en ‘Cake’ y la de ‘Maléfica’ lo estaba como mejor directora por ‘Invencible’. Podía ser una noche crucial en sus carreras y no estaban dispuestas a perdérsela. Así que, armadas de su orgullo y la satisfacción del trabajo bien hecho, encaminaron sus pasos a los premios, a sabiendas que absolutamente todas las miradas recaerían en ellas.

 

Jennifer, acompañada de su eterno prometido, Justin Theroux, se presentó de rojo, con un traje sastre de Gucci compuesto por pantalón y americana tipo smoking, que lució sin nada debajo. Angelina fue sin Brad, quizás por hacer todo menos incómodo, sonrió y posó ante los flashes de la prensa como la gran diva que es. La actriz y directora optaba por un vestido Versace hecho en satén de color plata, con un corte años 40, fruncido a la altura de la cintura y una espectacular caída.

 

Ambas, con las melenas sueltas, optaban por los looks ‘beauty’ característicos en ellas. Jen con su clásica melena lisa y maquillaje en tonos nude, mientras que Angie, con color más oscuro en la cabellera, la peinaba en ondas estilo estrella del cine clásico. La esposa de Brad Pitt, en lugar de potenciar su sensual boca, jugó a destacar sus ojos, enmarcándolos con un potente trazo de eyeliner, aplicando abundante máscara y, quizás, añadiendo algún que otro juego de pestañas postizas para realzar la mirada.

 

Pese a que no cruzaron una sola palabra, y estuvieron a varios metros de separación, esa noche las dos mujeres compartieron el mismo sentimiento de decepción cuando se leyó el nombre de los ganadores que optaban a los mismos galardones que ellas. Jen, no pudo evitar emocionarse cuando Julianne Moore subió a recoger la estatuilla, y Angelina, quizás ya presintiendo lo que podía ocurrir, ni se estremeció cuando el nombre que salió del sobre fue el de Richard Linklater.

 

Misma noche, mismos sentimientos, dos mujeres y dos vidas que se cruzaron hace 10 años y que han dividido a la humanidad en dos bandos: ‘team Angelina’ y ‘team Jennifer’. Nosotros a estas alturas, seguimos sin saber con cuál quedarnos…